Un grupo de científicos de University of York usaron agua de mar ?que tomaron de Whitby en North Yorkshire, Inglaterra? y pedazos de chatarra para desarrollar una tecnología capaz de capturar alrededor de 850 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Un grupo de científicos de University of York usaron agua de mar ?que tomaron de Whitby en North Yorkshire, Inglaterra? y pedazos de chatarra para desarrollar una tecnología capaz de capturar alrededor de 850 millones de toneladas de dióxido de carbono.
El dióxido de carbono en la Tierra
El exceso de CO2 es resultado de varios factores, entre ellos la quema de combustibles fósiles ?como el petróleo y el carbón? y la deforestación. Los altos niveles de dióxido de carbono en la atmósfera contribuyen a los gases invernadero y aumentan el calentamiento global.
Una nueva solución
El equipo de investigadores de York encontró una forma de atrapar el gas de forma segura en dawsonita, un mineral sólido y componente natural que se encuentra en la corteza de la Tierra.
El profesor Michael North del Departamento de Química de la universidad buscó un método para atrapar el gas utilizando herramientas ecológicas para transformar y capturar el dióxido de carbono no deseado.
North y su equipo iniciaron usando grafito ?el material utilizado en los lápices? para alinear los reactores de alumino y lograr la mineralización del dióxido de carbono. Luego se les ocurrió utilizar chatarra como catalizador.
Los investigadores llenaron pedazos de aluminio con agua de mar y algunos residuos de desperdicios de aluminio ?como envolturas de comida?.
Durante el proceso, el gas es transferido al agua de mar dentro del reactor de aluminio, luego se aplica electricidad obtenida de paneles solares para convertir el dióxido de carbono en el mineral dawsonita.
La investigación mostró que 850 millones de toneladas de dióxido de carbono podrían mineralizarse cada año usando agua de mar, electricidad solar y chatarra.

