Después de un anuncio histórico se ha develado la inédita primera imagen de un agujero negro. A partir de este día comienza una nueva etapa en la ciencia. Pero, ¿de qué trató este hecho que marca al futuro de la investigación espacial?
1. La inmensidad del agujero negro
El agujero negro que se capturó fue el Messier 87 (M87), en el centro de la galaxia M87, o también llamada Virgo A. A pesar de encontrarse a 55 millones de años luz de la Tierra, es uno de los más cercanos. Se ha calculado que tiene 6 mil millones de veces la masa del Sol.

2. Fotografiar a través del Universo
Puede sonar inmenso, pero la realidad es que tratar de fotografiarlo es como querer retratar a una hormiga en la Luna. La dificultad para capturar al M87 ocupó de ocho de los principales observatorios del mundo. Estos trabajaron en conjunto en el proyecto Event Horizon Telescope (EHT).

3. Proyecto a expensas de condiciones externas
Este proyecto es una colaboración científica internacional que busca capturar imágenes de agujeros negros por medio de la conexión de varios telescopios en distintas locaciones, las cuales crean un telescopio virtual gigante aproximadamente del tamaño de la Tierra.

El EHT fue una misión casi imposible. Sólo tenían pocos días al año con las condiciones perfectas —tanto ambientales en la Tierra, como físicas en el Espacio— para apuntar todos los telescopios en la ubicación y momento exactos.
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4. El peso de las imágenes
A esto se agregó el peso de las imágenes que se capturaban, pues alcanzaron los cinco Petabytes (5 mil Terabytes, o 5 millones de Gigabytes), una cantidad imposible de manejar a través de Internet.
Así que —a la antigua— se transportaron en casi media tonelada de discos duros a unas supercomputadoras en Estados Unidos: todo para procesar las imágenes.
5. La importancia del agujero negro
Los agujeros negros son como los árbitros del cosmos, los cuales afectan profundamente la formación y evolución de las estrellas y galaxias.
Por ello, esta imagen ayudará a comprender la naturaleza del Universo, confirmando las teorías desarrolladas y aportando conocimiento para proponer nuevas.
Por ejemplo, al estar inmerso en una región brillante, como un disco de gas incandescente, un agujero negro crea una región oscura similar a una sombra, algo predicho por la Teoría de la Relatividad General de Einstein, y nunca ante visto.
Esta sombra, causada por la inclinación gravitacional y la captura de luz, revela mucho sobre la naturaleza de estos objetos, y permite medir la enorme masa del M87.

El proyecto duró dos años, la imagen es histórica y el porvenir es prometedor para desarrollar y confirmar teorías que ayuden entender todo lo que nos rodea. El EHT está programado para funcionar indefinidamente y también se ha dirigido al agujero negro supermasivo de la Vía Láctea, Sagittarius A*, con la esperanza de obtener imágenes del monstruo cósmico más cercano y más familiar.