La unión de biología, geografía y astronomía permite hallar similitudes que posibilitarían la vida de organismos más complejos que una bacteria desarrollada en nuestro mundo.
Halladas en una mina de oro en Sudáfrica, las bacterias denominadas Desulfotomaculum no necesitan la luz para sobrevivir, pues metabolizan compuestos de azufre.
Los astrobiólogos sospechan que microbios parecidos podrán habitar los lagos de hidrocarburos de Titán, una de las lunas de Saturno, o bien el océano que existiría bajo la capa de hielo que cubre Europa, uno de los satélites de Júpiter. Estos ‘microextraterrestres’ quizá se habrían desarrollado cerca de fumarolas hidrotermales similares a las de nuestro planeta.