Al final, cualquier organismo que tenga glucosa en su sangre es capaza de genera electricidad si se implementa el conducto de un electrodo
¿Una batería hecha a partir de un caracol? ¿cómo funcionaría?
Una celda de biocombustible genera poder a partir de azúcar glucosa del cuerpo de una babosa de caracol.
Se perforan hoyos a través del caparazón para implantar enzimas recubiertas con electrodos en la hemolinfa, la sangre de un caracol, que naturalmente se colecta entre el cuerpo de la babosa y su caparazón.
Como cualquier batería, la batería de caracol está basada en reacciones químicas que crean un flujo de electrones.
Un electrodo recoge electrones de la glucosa de la hemolinfa. Los electrones viajan a través de un circuito externo y finalizan en el electrodo opuesto.
Así, los electrones reaccionan con el oxígeno en la hemolinfa para formar agua. La potencia de salida es pequeña, en rangos de microvatios, y se desplaza hacia afuera después de unos minutos en los que la glucosa es agotada.
Después de cultivar energía, el caracol come y bebe para restaurar los niveles de glucosa en su cuerpo, y así poder generar energía una vez más.
Los caracoles parecen no sufrir daño por la biocelda.
Según Evgeny Katz, químico de la Universidad Clarkson y líder del desarrollo del aparato, las celdas de poder están limitadas por dos factores: la cantidad de glucosa en el cuerpo de la babosa y el tiempo en el que la glucosa se difunde en el electrodo.
Si los doctores implantaran un modelo de esta celda de biocombustible en una persona en lugar de un caracol, se podría obtener un flujo más fuerte y consistente de electricidad, ya que la sangre humana posee más glucosa que la hemolinfa, además de que el sistema circulatorio humano reabastecería constantemente de glucosa fresca al electrodo.
La idea es usar variaciones basadas en humanos en la celda de biocombustible para brindar energía a dispositivos de implantación médica, como los marcapasos.
Fuente: PopSci