La teoría del Big Bang, o al menos parte de ella, podría tambalearse tras nuevos descubrimientos resultantes del bosón de Higgs
La teoría del Big Bang, o al menos parte de ella, podría tambalearse tras nuevos descubrimientos resultantes del bosón de Higgs. Este modelo científico, ideado en gran parte por el sacerdote y físico Georges Lemaître, ha sido desde 1927 el más aceptado para explicar el origen del Universo. Una vez más, surgen nuevas interrogantes acerca de dónde venimos.
El Big Bang se sustenta en una serie de teorías conocidas como la inflación cósmica. Propuesta en 1980, sostiene la expansión ultrarrápida del Universo en su origen. Explica porqué partes del cosmos que actualmente se encuentran en lugares opuestos comparten temperaturas similares. Inicialmente, estas regiones estaban en contacto y poseían las mismas propiedades físicas. Fueron separadas tras la detonación de la inflación cósmica.
Sin embargo Paul Steinhardt, astrofísico de la Universidad de Princeton, y sus colegas ponen en duda el éxito de la inflación cósmica. Advierten que es demasiado pronto para declarar la propuesta una teoría acertada.
Los cosmólogos aun desconocen exactamente qué ocasionó la inflación. Pero sostienen que el estado del Universo se determina por la relación entre varios campos cósmicos, incluyendo el campo de Higgs y el supuesto “campo de inflación”, cuya energía dominaría a los otros campos. Aunque diversos modelos han sido propuestos, aun existe mucha confusión acerca de las condiciones iniciales que dieron origen al Universo.
De acuerdo con Steinhardt, el campo de Higgs no podría existir tal y como lo conocemos ahora debido a que se vería afectado por la propia inflación cósmica. Al interactuar ambos campos, la inflación se hubiera detenido, cosa que no ocurrió. Por lo tanto, queda en duda la veracidad del “campo de inflación”.
Las preocupaciones de Steinhardt fueron discutidas en el Instituto Kavli de Física Teórica en Santa Barbara, California. Los participantes del programa de Cosmología Primordial decidieron que no hay razón para cuestionar la inflación cósmica y, por consecuente, la teoría del Big Bang. No obstante, persiste la duda que algún día podría tumbar al paradigma reinante.

