El ultrabrillante estallido estelar abarca 700 años luz más o menos, sólo una pequeña porción de II Zw 096, que fluye a través de unos 50,000 a 60,000 años luz; sin embargo, emite 80 por ciento de la luz infrarroja de este tumulto galáctico.
Astrónomos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA econtraron una enorme explosión de formación estelar que emite tanta luz inflarroja como si fuera un galaxia entera. Se trata del choque de dos galaxias espirales y, como resultado de esto, el polvo hace que sus estrellas resulten casi invisibles en otras longitudes de onda de la luz.
Hanae Inami, del Centro de Ciencia Spitzer en el Instituto de Tecnología de California, comentó: “Este descubrimiento demuestra que la fusión de galaxias es capaz de generar destellos de gran alcance fuera de los centros de las galaxias padre… La emisión de luz infrarroja de la erupción domina su galaxia anfitriona y rivaliza con el de las galaxias más luminosas que vemos ubicadas relativamente cerca de nuestra casa, la Vía Láctea”.
Inami, quien fue el primer autor de un estudio que detalla los resultados en The Astronomical Journal es un estudiante graduado en la Universidad de Postgrado para Estudios Avanzados en Japón.
Lee Armus, el segundo autor del artículo y uno de los astrónomos de la investigación de alto nivel, también en el Centro de Ciencia Spitzer, comentó al respecto: “No importa cómo se mire, este estallido estelar es uno de los objetos más luminosos del Universo local”.
Este choque de trenes galácticos se localiza aproximadamente a 500 millones de años luz de distancia en la constelación de Delphinus (el Delfín) y los astrónomos aseveran que continuará desarrollándose durante unos cientos de millones de años.

