Científicos de Rusia y Japón intentarán revivir mediante clonación al mamut lanudo extinguido
Hace 11 mil años los mamut se extinguieron, pero científicos rusos y japoneses emprenderán en 2012 el experimento de ‘revivir’ uno de ellos mediante clonación, al contar con células de médula en buenas condiciones de un ejemplar hallado en Siberia. La clonación podría completarse en los próximos cinco años.
Los expertos del Museo del Mamut de Siberia y de la Universidad Kinki de Japón, extraerán células de la médula ósea del fémur (hueso de un muslo) de un ejemplar encontrado en agosto. Con ellas sustituirán el núcleo de los óvulos de un elefante africano a fin de reproducir embriones con ADN de esta criatura de la Edad de Hielo.
Científicos japoneses han buscado desde los años 90 la clonación de este mamífero pero no han tenido éxito, aunque han desarrollado nuevas técnicas y el material genético recuperado en Siberia aumenta las posibilidades de ‘resucitar’ uno de estos ejemplares. Otros intentos de clonación han tenido diferentes resultados. La extinta cabra pirenaica fue devuelta a la vida a partir de un ADN de la piel del animal, pero la criatura clonada, una hembra, murió a los minutos de haber nacido debido a dificultades respiratorias.
El Instituto Roslin, que clonara a la famosa oveja Dolly, ya no realiza este tipo de experimentos pero ha señalado algunas consideraciones sobre las posibilidades de recuperar especies extinguidas, entre ellas la escasa probabilidad de ‘revivir’ a un mamut , en especial utilizando como sustituto a un elefante. “Primero, se necesita una madre sustituta apropiada. Para el mamut debería ser una vaca (por su compatibilidad biológica) pero aun así la diferencia de tamaño podría imposibilitar la gestación.”
La probabilidad de éxito para un experimento de este tipo estaría entre el 1% y el 5%. El segundo inconveniente sería la necesidad de células viables. “Si hay células intactas en el tejido, se han ‘guardado’ congeladas; sin embargo, si pensamos lo que realmente sucedió al animal, aun cuando haya muerto por el frío, habrá tomado un tiempo que las células del cuerpo se hayan congelado. Este lapso permitiría la descomposición de las células, lo que normalmente ocurre cuando el animal muere. Entonces, se congela el cadáver del animal. Por ello es improbable que las células sean viables. Pero asumiendo que se encontraran células viables, entraríamos en un juego de números. Digamos que una célula en mil fuera viable, asuntos prácticos entran en juego. Dado que tenemos una eficiencia del 1% en clonación de especies vivas, y si sólo una en mil es viable, entonces alrededor de 100,000 células deberían ser transferidas.”.
Para Charles Foster, investigador del Green Templeton College de Oxford, la idea de clonar un mamut podría en tal caso llevar a un ejemplar ‘híbrido’. “Cómo les irá a los embriones resultantes más allá de la etapa de unas pocas células, es más o menos desconocido. Mientras la mayor parte del código genético del embrión vendría del mamut, algunas vendrían del óvulo del elefante. Realmente no sabemos cómo contribuirá ese material citoplasmático, o cómo podría interactuar con el ADN extraño.” Eso significaría que, aun siendo exitosa, la clonación sería híbrida, más que un mamut puro.
La historia de los mamuts habría empezado hace tres o cuatro millones de años en el continente africano, hace dos millones de años habrían emigrado a Europa y Asia, y llegaron al continente americano hace 500,000 años. La desaparición de esta especie, hace unos 11,000 años, es aún un misterio. Los científicos no saben a ciencia cierta si la extinción de los mamuts se debió al cambio climático global o a la cacería por parte de los primeros humanos, o a una combinación de ambos aspectos.
Se calcula que hay unos 10 millones de mamuts bajo la superficie helada de Siberia, pero sólo se han recuperado un centenar, y las malas técnicas de excavación y los métodos inadecuados de conservación han arruinado las posibilidades de reproducción de los animales al destruir las muestras de tejidos.