Evitar que los rayos solares toquen la Tierra
¿Impedir que una parte de los rayos solares lleguen a nuestro planeta para así evitar el calentamiento global? Es lo que plantea el astrónomo Roger Angel, de la Universidad de Arizona, a través de lanzar al espacio trillones de discos semitransparentes de unos 50 cm de diámetro ?de un material ligero, inorgánico y cristalino, como el nitruto de silicio? para que nos den sombra. Estos parasoles llevarían unas marcas microscópicas que tamizarían la luz, y tendrían características especiales para que pudieran resistir la hostilidad del espacio. El problema sería colocarlos en el lugar adecuado, aunque para conseguirlo contarían con tres sistemas microelectromecánicos que les permitirían orientarse con la energía solar y un sistema GPS dirigido desde la Tierra.
Una vez conseguido, formarían una nube que impediría pasar al 1.8% de la radiación solar, cantidad suficiente para mitigar el cambio climático. Otra idea implica recabar energía del Sol desde el espacio utilizando satélites, miles que la envíen en forma de microondas a receptores terrestres. Estas plantas orbitales reducirían a casi cero las emisiones de CO2 y al mismo tiempo funcionarían como fuentes inagotables de energía. El proyecto es impulsado por el ex físico de la NASA John Mankis y algunas compañías han aceptado el reto, como la japonesa Mitsubishi Electric Corporation, que junto con otras desarrolla tecnología para fabricar una estación solar espacial de 1 gW. Ya se han invertido 21,000 millones de euros y la meta final es contar con una estación eléctrica en marcha dentro de 30 años. Al frente está la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, la cual estima que el costo de lanzamiento de paneles solares al espacio debería ser cien veces inferior al actual para que sea viable.

