¿Las plantas pueden combatir el calentamiento global?
Al estudiar plantas que crecen en climas áridos, el investigador Christopher Doughty observó que la superficie de muchas de estas especies está cubierta por unas fibras con forma de pelillos. El vello vegetal tiene la propiedad de reflejar casi toda la radiación infrarroja que llega del Sol y dejar pasar a la hoja la parte visible del espectro luminoso, vital para la fotosíntesis. Así, quizá los vegetales modificados genéticamente o cultivados de manera selectiva podrían contribuir al enfriamiento de la Tierra y frenar el cambio climático. El experto de la Universidad de California dice que es posible reducir la temperatura regional en un grado con sólo aumentar 10% la reflectividad de las cosechas. Estas plantas, agrega, absorben menos energía calórica y evaporan menos agua, para así permanecer frescas y soportar mejor las altas temperaturas; sin embargo, para los detractores la idea no está exenta de problemas, pues una menor evaporación de agua a la atmósfera modifica su circulación natural y a la larga puede provocar un aumento de la temperatura de la superficie terrestre si estas especies, casi exclusivas de los desiertos, se extendieran por todo el planeta.
Una variante de esta propuesta es cubrir los desiertos con materiales reflectantes como polietileno o aluminio que aumenten el rebote de la luz solar hacia la atmósfera, o usar esos paneles para concentrar el calor en un punto y generar electricidad, como la chimenea solar que la empresa Enviromission proyecta en Australia, la primera estación helio-termal del mundo para producir energía eléctrica.