Estos nuevos vórtices de alta capacidad aprovechan lo que se conoce como momentum de órbita angular
Al torcer ondas de radio en un vórtice enroscado, un equipo internacional de investigadores ha disparado información a través del aire a 2.5 terabits por segundo, creando lo que es la red inalámbrica más rápida que se haya hecho.
La técnica usada para crear este efecto no tiene realmente un límite máximo teórico, según lo que reporta ExtremeTech.
Eso significa, en teoría, que un número infinito de vórtices podrían ser enroscados al mismo tiempo para añadir una capacidad infinita a los protocolos de transmisión convencionales.
Estos nuevos vórtices de alta capacidad aprovechan lo que se conoce como momentum de órbita angular (OAM, por sus siglas en inglés).
Hoy en día, los protocolos de transmisión convencional como el Wi-Fi modulan el momentum angular giratorio (SAM, pro sus siglas en inglés), pero no el OAM.
Se puede pensar en el SAM como el giro de una señal, cual bala, torciéndose para tallar un canal directo en el aire: digamos que el SAM es la Tierra rotando en su eje, y el OAM es su movimiento de traslación alrededor del Sol, pero sin la rotación.
Esta nueva dimensión de movimiento permite a ingenieros manipular el SAM mientras superponen el OAM sobre el giro angular.
Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, de la Universidad del Sur de California y del Jet Propulsion Laboratory de la NASA fueron capaces de torcer y juntar ocho diferentes rayos de luz visible usando el OAM, resultando en 320 gigabytes por segundo de transmisión de data.
Eso es casi siete películas Blue-ray por segundo.
Los especialistas lograron dicha transferencia sólo a través de un metro, haciendo del logro un tanto deslucido desde una perspectiva práctica.
Pero dado que las redes ópticas de información todavía tienen campo para crecer en capacidad indefinida, esto es algo muy prometedor.
El siguiente paso es hacer que esto funcione en largas distancias.

