El domingo pasado, 12 de agosto de 2018, la sonda Parker inició su viaje al Sol, con la meta de aproximarse lo más posible, más que cualquier nave hasta ahora, a nuestra estrella. Se espera que en noviembre alcance la corona solar, y que llegue al punto más cercano en 2025.
La sonda Parker inició el viaje hacia nuevos descubrimientos
Luego de tres intentos fallidos, la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA) logró el lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida. La sonda analizará la atmósfera de la estrella, de la que depende la vida en la Tierra.
Por su parte, Juan Américo González Esparza, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó en en comunicado de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM:
“Estamos muy contentos. Es una misión importante que responderá preguntas que nos han intrigado por más de 60 años. Con los datos que se obtengan esperamos entender por qué su atmósfera es tan caliente, uno de los cuestionamientos de la física solar aún sin respuesta”.
El también jefe del Servicio de Clima Espacial México (SCiESMEX), indicó que la superficie del Sol tiene una temperatura de seis mil grados, por eso emite luz visible y en amarillo, principalmente.
“Cómo se produce este calentamiento de la corona solar es algo que aún no tiene respuesta científica”, explicó Esparza.
Sonda Parker: Un viaje a 700 mil kilómetros por hora
La sonda solar Parker se convirtió en la nave más rápida construida por el ser humano, la cual alcanza casi los 700 mil kilómetros por hora. “Ha sido lanzada con uno de los cohetes más poderosos de la NASA, porque tenía que lograr una gran velocidad para acercarse al Sol”, detalló el doctor en física.
Para sacar un satélite al espacio, el cohete debe alcanzar una velocidad aproximada de 11 kilómetros por segundo, pero nuestro planeta gira alrededor del Sol a 30 kilómetros por segundo, así que se requiere de un aparato muy poderoso, que además acelere y alcance la máxima velocidad posible saliendo de la Tierra.
Después, la sonda Parker se dirigirá a Venus y aprovechará la atracción de ese cuerpo celeste, que le dará un “jalón gravitacional” y la acelerará rumbo a nuestra estrella. “Dará vueltas alrededor de Venus y del Sol para tener mayor velocidad y poder acercarse cada vez más”.
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Una misión llena de récords
Además de la velocidad, Parker batirá un segundo récord: será la nave con mayor aproximación al Sol, siete veces más que Helios 2, la que más se aventuró en el pasado. La sonda aprovechará la gravedad de Venus para frenarse hasta en siete ocasiones, y gracias a estas maniobras se colocará a sólo 6.16 millones de kilómetros de su objetivo, más o menos 16 veces la distancia que hay entre la Tierra y la Luna.
La sonda está diseñada para soportar altas temperaturas, y una de las claves es un escudo térmico de 2.4 metros de diámetro y 14 centímetros de grosor, de una composición similar a las placas cerámicas de transbordadores espaciales, que frenará el viento solar y se calentará hasta los mil 400 grados Celsius, una temperatura mayor que la lava.
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La nave espacial es honrada por el padre del viento solar
En esta misión, por primera vez en su historia la NASA honra a un científico vivo al designar su nombre a una nave espacial: Eugene Newman Parker, el padre del viento solar, es un astrofísico de la Universidad de Chicago, de 91 años de edad, que en 1958 fue pionero al acuñar la teoría de los vientos supersónicos solares.

