Se cree que formaba parte de una galaxia enana que fue devorada por la Vía Láctea hace aproximadamente 9,000 millones de años; su existencia fascina a la comunidad astronómica.
Un exoplaneta acaba de ser descubierto, tanto él como la estrella que orbita se alojan dentro de nuestra galaxia. Es parte de la llamada corriente Helmi, un grupo de astros que en sus orígenes pertenecieron a una galaxia enana, la cual aproximadamente hace 9,000 millones de años fue devorada por la nuestra, la Vía Láctea.
Rainer Klement, del Max-Planck-Institut für Astronomie (MPIA), responsable de la selección de las estrellas comentó: “Este descubrimiento es muy apasionante… por vez primera los astrónomos han detectado un sistema planetario en una corriente estelar de origen extragaláctico. Debido a las grandes distancias involucradas no hay detecciones confirmadas de planetas en otras galaxias. Pero esta fusión cósmica ha puesto un planeta extragaláctico a nuestro alcance”.
A la estrella se le conoce como HIP 13044 y se ubica a unos 2000 años-luz de la Tierra, en la constelación meridional de Fornax (el Horno). Los astrónomos detectaron el planeta, llamado HIP 13044b, gracias a los pequeños tambaleos de la estrella causados por el tirón gravitacional de un compañero orbitando alrededor.
HIP 13044b es uno de los pocos exoplanetas conocidos que logra sobrevivir al periodo cuando su estrella madre se expande masivamente después de que ésta agotó las reservas de combustible de hidrógeno en su centro, fase conocida como gigante roja; ahora ésta se ha contraído y sólo quema helio en su centro.
Johny Setiawan, responsable de la investigación, apuntó: “Este descubrimiento es parte de un estudio en que sistemáticamente estamos en busca de exoplanetas que orbitan estrellas cuyo final se acerca… es en particular fascinante cuando consideramos el futuro distante de nuestro propio sistema planetario, pues se piensa que el Sol también llegará a ser una gigante roja en unos cinco mil millones de años”.
Setiawan y sus colegas plantean como hipótesis que la órbita del planeta pudo en principio haber sido mucho más amplia, pero se movió hacia adentro durante la fase de gigante roja de HIP 13044.
Los científicos tienen también como hipótesis que esa estrella “se tragó a sus planetas interiores durante la fase de gigante roja, quizá por esto gire con mayor rapidez”.