Estudio ha demostrado que desodorantes y antitranspirantes alteran el ecosistema bacteriano de nuestras axilas, provocando mal olor
Los desodorantes antitranspirantes son comúnmente utilizados para reducir el sudor y el mal olor de las axilas, pero un nuevo estudio de la Universidad de Ghent, en Bélgica, sugiere que estos productos pueden tener el efecto opuesto. (No todos necesitan usar desodorante)
El equipo de investigadores, liderado por el estudiante de doctorado Chris Callewaert, buscaba analizar cómo estos productos cambian los microbios de las axilas, por lo que le pidieron a 10 sujetos que dejaran de utilizar desodorante o antitranspirante durante un mes.
Posteriormente le pidieron a otro grupo de 10 personas, que no utilizaban desodorante regularmente, que lo utilizaran a diario por el mismo período de tiempo. El lapso de tiempo fue seleccionado debido a que el cuerpo tarda alrededor de 28 días en formar una nueva capa de células cutáneas.
Se tomaron varias muestras de las bacterias de las axilas de los sujetos a lo largo del estudio y los resultados mostraron que cada ecosistema bacteriano había sido alterado. Como cada axila es única, es difícil cuantificar los cambios específicos, pero encontraron una tendencia clara; el uso de antitranspirante está relacionado con un aumento de actinobacteria, el tipo de bacteria que produce mal olor en las axilas.
El estudio, publicado en el diario Archives of Dermatological Research, muestra que los compuestos de aluminio en los antitranspirantes, que bloquean lo poros para prevenir la sudoración, podrían ser los culpables de este fenómeno al matar las bacterias que no producen olor y permitir que la actinobacteria domine.
Debido a que el número de sujetos estudiados es reducido, se necesitará una mayor investigación antes de confirmar los resultados. Pero este es el primer estudio que analiza los efectos específicos de los desodorantes en la diversidad y abundancia de bacterias en las axilas.
Los investigadores esperan que estos resultados ayuden a obtener más información acerca de cómo los trasplantes bacterianos podrían ayudar a reducir el olor corporal en personas que padecen casos severos.

