¿Alguna vez has encontrado dificultades para conseguir un buen descanso en un ambiente extraño como una habitación de hotel o una casa nueva? Bueno, no eres el único. Se le conoce como el efecto de la primera noche.
El colchón no está lo suficientemente blando o duro, las sábanas no son lo suficientemente suaves, finas o gruesas. Todas esas molestias. Todos esos factores externos que tanto alteran, los cuales en realidad no son más que una excusa de nuestro inconsciente para hacernos saber que nos encontramos en un entorno que no es el habitual.
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¿Cómo podemos evitar tal efecto?
Según un estudio, publicado en Current Biology, dormimos mal en entornos desconocidos como una especie de mecanismo de defensa. Ya que estamos en reposo o intentamos estar, un hemisferio del cerebro permanece despierto más de lo que lo haría normalmente, esto es como si estuviéramos durmiendo con un ojo abierto, para evitar peligros potenciales.
“Si no sabemos si una habitación es segura para dormir, entonces estaremos en defensa de modo que podamos detectar algo inusual,” explicó Masako Tamaki en The Guardian.
Normalmente, al entrar en la etapa del sueño profundo –– fase REM ––, los dos hemisferios de nuestro cerebro se sincronizan, razón por el que no somos conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor.
Lo que ocurre la primera noche que dormimos fuera de casa es una desincronización de ambas partes de nuestro cerebro, por lo cual mientras un hemisferio descansa –– el derecho –– el otro ––izquierdo– se mantiene semidespierto y alerta.
En el mundo animal varias son las especies que también utilizan la función de dormir con los dos hemisferios de forma asimétrica para no ser víctima de depredadores.
¿Existen soluciones?
Investigadores señalan que las personas que duermen continuamente en lugares diferentes por motivos laborales se adaptan y no cuentan a largo plazo con este problema.
Una de ñas estrategia es la que utilizan los niños pequeños, llevar objetos personales –– muñecos, almohadas, etcétera –– consigo para hacer que el dormitorio desconocido se vuelva más amigable.
Al menos ahora sabemos por qué nos sentimos con mal humor después de una mala noche en un nuevo lugar.