¿En internet encontraste una sabrosa receta? Cárga los datos en una impresora 3D y ésta la vuelve realidad.
Expertos del Laboratorio de Síntesis Informática de la Universidad de Cornell (CCSL) desarrollan una impresora de alimentos en tres dimensiones (3D), como parte del proyecto Fab@home. En efecto, esperan lograr que el aparato se convierta en algo tan común como el horno de microondas en los hogares.
La idea de este proyecto es que se introduzcan ‘tintas’ de alimento crudo en la parte superior de la máquina, se ‘descargue’ la receta -o ‘FabApp’- y la máquina se ocupe de elaborar el platillo.
Ian Jeffrey Lipton, quien está a cargo del proyecto, comenta: “FabApps te permitiría modificar a tu gusto los alimentos, la textura y otras propiedades… Tal vez te gusten las galletas, pero las quieres un poco más crujientes; entonces, cambias el regulador y tanto la receta como las instrucciones se modificarán en consecuencia”.
El objetivo detrás de FabApps es transformar el concepto de cocinar al grado de que personas sin habilidades culinarias sean capaces de descargar archivos de recetas, imprimir fórmulas de nutrición o llevarlas al pie de la letra; una ventaja adicional si se concreta este proyecto es que podrían reducirse las cantidades de residuos orgánicos.
Homaro Cantu, chef y propietario del restaurante Moto, en Chicago, Illinois, ya usó a FabApps para preparar sushi y comenta: “Imagine el proceso de ‘cocinar’ sin la repercusión negativa de la industria, evitando desde los fertilizantes hasta el envasado… Los requerimientos de la cadena de producción de alimentos casi se eliminan… Imaginen crear por medio de una impresora de 3D un pastel de manzana casero sin necesidad del cultivo de las manzanas, de la fertilización, del transporte, de la refrigeración, del embalaje; eliminando camiones, sartenes, refrigeradores”.
Apoyándose en un software de diseño asistido (CAD), desde una especie de contenedores especiales las jeringas de la impresora rocían ingredientes básicos para crear capa por capa los platillos; el dispositivo ya ha ‘cocinado’ galletas y alimentos basados en carne de pavo.
Hasta ahora, las materias primas utilizadas para ‘imprimir’ los alimentos se limitan a todo aquello que es posible rociar con una jeringa, comúnmente se trata de alimentos líquidos o fundidos, incluido el chocolate, masas para galletas o pasteles, además de quesos.
Los expertos pretenden ampliar la función del proyecto y se han abocado a experimentar con la mezcla de alimentos con hidrocoloides, sustancias que forman geles acuosos por lo general utilizadas para espesar los alimentos.
Hod Lipson, director del CCSL, comenta que “en el futuro, quizá se usaría una especie de ‘ChefCAD’, éste permitirá a las personas diseñar su propia comida… uno pulsaría el botón de impresión y la máquina preguntaría el número de copias”.

