El expresidente de los EEUU seguirá vetado de Facebook e Instagram, debido a que representa un “serio riesgo de violencia”.
El 6 de enero de 2021, Facebook Inc suspendió temporalmente las cuentas de Donald Trump de sus dos plataformas principales, Facebook e Instagram. La decisión llegó unas horas después de que manifestantes a favor del entonces presidente asaltaran el Capitolio, sede del Congreso de los Estados Unidos, con la intención de frenar la sesión del Colegio Electoral que certificaba el triunfo de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.
El veto cortó de golpe el segundo y tercer canal de comunicación digital más numeroso de Trump (60 millones entre Facebook e Instagram), acostumbrado a usar masivamente las redes sociales como plataforma política desde el inicio de su primera campaña en 2016. Apenas 24 horas después, Twitter siguió los mismos pasos, dando de baja permanentemente la cuenta @realDonaldTrump, seguida por 88.8 millones de usuarios.

Foto: Win McNamee/Getty Images
A finales de enero, Nick Clegg, Jefe de Asuntos Internacionales de Facebook, explicó en un comunicado oficial que el veto respondía a “un conjunto de eventos sin precedentes que exigieron una acción sin precedentes”, alegando que los comentarios de Trump en la red social “incitaban a la violencia en el contexto de una transición pacífica del poder”.
Y aunque la red social más grande del mundo especificó que la suspensión se mantendría al menos hasta el 20 de enero, día en que finalizó su mandato, este miércoles 5 de mayo, el Consejo asesor de contenido determinó mantener el veto a Trump y examinar la decisión en seis meses.
La decisión recayó en manos del Consejo asesor de contenido, un supuesto órgano independiente creado por la misma compañía para tomar decisiones vinculantes con la red social a propósito de contenidos racistas, que incitan a la violencia, promueven noticias falsas y otra clase de material delicado, compuesto por periodistas, abogados y expertos en derechos humanos:
“Dada la seriedad de las violaciones y del persistente riesgo de violencia, estaba justificado que Facebook suspendiera las cuentas de Trump el 6 de enero y extendiera esa suspensión el 7 de enero”, explicó el Consejo, concluyendo que en medio año, la red social deberá “reexaminar la imposición y justificar una respuesta proporcionada”.

La rigidez de Facebook en el caso Trump responde a un intento de recuperar la credibilidad del público y los inversionistas, tras un historial de acusaciones recientes sobre la inacción de Zuckerberg para regular los contenidos que incitan al odio en la red social, así como su injerencia en la difusión de noticias falsas y campañas políticas.
En julio de 2020, más de 900 marcas globales se sumaron a un boicot para retirar sus anuncios publicitarios de Facebook debido a que consideraban, la compañía no toma partido para detener las campañas supremacistas al interior, ni los mensajes de odio y segregación que consiguen millones de vistas a partir de una hipersegmentación de audiencias.
En noviembre de 2020, Zuckerberg anunció el veto de los anuncios políticos de la red social en la semana previa a las elecciones, como una forma de garantizar su neutralidad en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos; sin embargo, esta oleada de decisiones también ha traído consigo la crítica de un sector que considera los vetos y suspensiones de cuentas como un atentado a la libertad de expresión bajo criterios propios de la empresa.
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