Es el fósil más pequeño descubierto por tomografía hasta ahora; mide 170 millonésimas de metro
Hace 50 millones de años los ácaros ya usaban a otros organismos como medio de transporte. Uno de ellos fue descubierto sobre una araña fosilizada. Con un microscopio tradicional no habría sido posible, pero con un escáner de rayos X y técnicas de tomografía computarizada investigadores de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Manchester pudieron reconstruir su imagen en 3D.
El fósil es el más pequeño escaneado. Mide apenas 170 millonésimas de metro.
Ácaro y araña estaban en un trozo de ámbar del Báltico, una resina fosilizada de árboles de las zonas en torno al Mar del Báltico que contiene fósiles de artrópodos (insectos, arácnidos y crustáceos) preservados con gran detalle, aunque sólo en los últimos años los científicos han comenzado a escanearlos.
La mayoría de los fósiles en ámbar son insectos individuales o conjuntos de ellos pero sin interactuar entre ellos, y en este caso hay una relación directa entre los dos especímenes.
Los ácaros no se desplazan con facilidad, por lo que utilizan mecanismos de succión para fijarse a otros animales, y la tomografía computarizada permitió separar digitalmente al ácaro de la araña para identificarlo. Los investigadores primero obtuvieron múltiples imágenes planas con rayos X y luego combinaron la información en un sistema digital que genera una visualización tridimensional.
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