Astrónomos confirman que Mary Shelley no mintió al explicar cómo concibió a su personaje
Era la noche del 16 de junio de 1816. En Villa Diodati, una mansión ubicada en Cologny, Suiza, cerca del Lago de Ginebra, un grupo de escritores, entre ellos Mary Shelley y el poeta Lord Byron, pasaban la velada leyendo en voz alta cuentos de fantasmas. De pronto, Byron desafió a los presentes a que escribieran un cuento de terror.
Shelley no sabía con qué historia enfrentaría el reto del poeta mientras conversaba sobre la naturaleza de la vida con su futuro marido, el también poeta Percy Bysshe Shelley, plática que se prolongó hasta después de la medianoche. Cuando dormitaba en su cama, la escritora experimentó un extraño sueño en el que un hombre intentaba traer a la vida a un cadáver a través de los mecanismos de la ciencia. Shelley se despertó de la pesadilla y vio cómo la luz de la Luna entraba por la ventana de su habitación. Al día siguiente, comenzó a escribir Frankenstein. La siniestra criatura había sido engendrada.
La escritora fue criticada por algunos, quienes la acusaban de inventar en el prólogo de la edición de 1831 este episodio romántico y sobrenatural para vender mejor su libro. Hasta ahora no había sido posible saber si Shelley había llevado su imaginación demasiado lejos y exagerado la forma en la que se le ocurrió la obra, pero astrónomos de la Universidad del Estado de Texas-San Marcos, encabezados por Donald Olson, dicen que no mintió.
El encuentro de amigos y el desafío de la historia de fantasmas están documentados. Las cartas y diarios que han sobrevivido dicen que Byron y John William Polidori, otro escritor (autor de El vampiro, obra que también surgiría de aquellas noches), llegaron a Villa Diodati el 10 de junio. La fecha tradicionalmente aceptada de la reunión en la que se produjo el reto de escribir la historia es el 16 de junio, debido a unos apuntes en el diario de Polidori, pero en realidad no había sido posible demostrarlo.
Para determinar qué noches de junio de 1816 pudo brillar la Luna a través de la ventana de Shelley después de la medianoche, los investigadores viajaron el año pasado a Villa Diodati, todavía en pie. Ahí hicieron mediciones topográficas del terreno y del edificio, y revisaron los registros del clima de junio de 1816.
La conclusión de los astrónomos es que una luna brillante y redonda sí iluminó la ladera hasta meterse por la ventana de la escritora justo antes de las 2 de la mañana del 16 de junio. “Mary Shelley escribió sobre la Luna brillando a través de la ventana y durante 15 años me pregunté si podríamos volver a recrear esa noche. Lo hemos hecho y no tenemos ninguna razón para dudar de su relato“, puntualiza Olson.

