Esta es la historia de Louise Brown, el primer ‘bebé probeta‘ del mundo y la manera en que este milagro se hizo realidad.
El 25 de julio de 1978 nació Louise Brown, el primer ‘bebé probeta‘ del mundo. Louise fue concebida por fecundación in vitro (FIV, por sus siglas en inglés) en el Hospital Dr. Kershaw en Royton, Inglaterra.
El proceso de la FIV que hizo posible la concepción de Brown estuvo a cargo de los doctores Patrick Steptoe, Jean Purdy y Bob Edwards; éste último recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2010.
Este milagro cambió la vida de muchas mujeres y familias que antes no tenían la posibilidad de concebir hijos. El proceso en la actualidad es utilizado por mujeres de todo el mundo.
Esta es la historia de Louise Brown, el primer ‘bebé probeta‘ del mundo y la manera en que este milagro se hizo realidad.

Lesley y John Brown llevaban nueve años intentando, sin éxito, tener un hijo. Ella tenía un defecto en las trompas de Falopio que hacía imposible que se produjera la fecundación. Al mismo tiempo, los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards investigaban desde hacía dos décadas una forma de tratar tipos de esterilidad como el de Brown.
El método de Steptoe y Edwards
El método de estos expertos consistía en extraer un óvulo para después fertilizarlo con el esperma en un laboratorio usando una placa de Petri. Una vez que el embrión se formara, lo introducirían en el útero para su desarrollo.
Edwards era el responsable de desarrollar una manera de fertilizar óvulos en el laboratorio mientras que Steptoe tenía el método para extraer estas células de los ovarios.
Ambos hablaron con el matrimonio Brown para probar esta solución, no sin antes advertirles que las probabilidades de fracaso eran mayores.
El nacimiento de la ‘niña probeta‘
El nacimiento de Louise Brown se transmitió por televisión, ya que se trataba de un acontecimiento histórico: era el primer ser humano concebido fuera del organismo materno. La llegada al mundo de la pequeña Louise fue a través de cesárea en el hospital Oldham en Lancashire.
Minutos después de haber nacido, Louise fue sometida a varios procedimientos médicos para comprobar su estado de salud y otros aspectos físicos, pues era necesario saber si había algún problema con ella desde el nacimiento que pudiera estar relacionado con la forma en la que fue concebida.

Los círculos religiosos se pronunciaron en contra del acontecimiento al declarar que ninguna vida podía darse por mano directa del hombre.
Además, la nueva técnica plantearía dilemas éticos y legales, como qué hacer con los embriones no utilizados o cómo elegir a los padres en el caso de las donaciones.
En los años 80 se desarrollaron técnicas de congelación para conservar los embriones sobrantes y usarlos en el futuro, evitando tener que volver a extraer óvulos.
En lugar de tener que practicar una incisión abdominal, comenzaron a utilizarse procedimientos poco invasivos basados en ultrasonidos para obtener dichos óvulos.
Los padres de Louise concibieron cuatro años después a Natalie, también por FIV.
Louise Brown: su vida en la niñez y edad adulta
La niñez de Louise fue normal, aunque nunca pudo quitarse el estatus de “niña curiosa”. Ser la primera ‘bebé probeta‘ de la historia la hizo una celebridad: por ello era invitada frecuente a varios programas de televisión donde la presentaban como el nuevo logro de la ciencia.

Años después, siendo ya una mujer adulta, comentó:
“A veces pongo en Google mi nombre y aparecen fotos que no sabía ni que existían o quién las hizo. Es sorprendente”, comentó Louise a El País.
Posteriormente, Brown se casó y pudo concebir de forma natural.
Actualmente, Louise tiene dos hijos que nacieron naturalmente y da charlas sobre FIV para ayudar a familias que no se sienten completamente cómodas con el procedimiento o que tienen muchas dudas al respecto.

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