Se colocan en los rines y cada aro tiene una docena de luces LED espaciadas que se activan según la velocidad
Kent Frankovich, un joven de 28 años de Sillicon Valley, la tierra prometida de la computación, creó unas luces inteligentes para proveer seguridad a los ciclistas , sobre todo por la noche, cuando las bicicletas tienden a hacerse ‘invisibles’.
Las luces se encuentran en los rines: se les colocan dos anillos que abrazan la rueda con una especie de clips. Cada aro de iluminación tiene 12 luces LED espaciadas en toda la circunferencia. Una vez instalados, sus sensores son capaces de detectar y calcular qué tan rápido se está moviendo la bicicleta, para iluminar el camino. Pueden hacerlo gracias a un ‘minicerebro’ que funciona con baterías. Ello permite que sólo se iluminen las luces que están en el frente, en la rueda delantera, o las de la parte de atrás de la rueda trasera.
Según Frankovich, la mayoría de los accidentes ocurre en cruces en los que choferes de automóviles no ven a los ciclistas. “Cualquier persona que haya manejado bici de noche se siente vulnerable. La idea es que mientras se esté manejando, sea posible ver el camino… pero sobre todo que los carros pueda verte a ti“, explicó a BBC Mundo.
La idea de este creador es sustituir los reflectores que sólo trabajan cuando hay otras fuentes de luz y permiten ver al ciclista únicamente cuando está muy cerca. También pretende dejar atrás los faros que se colocan en el volante porque, dice, no alumbran el suelo lo suficiente.
Aunque Frankovich vive en Palo Alto, California, al igual que Mark Zuckerberg y otros jóvenes empresarios, no contaba con el dinero suficiente para volver su idea realidad. Luego de desarrollar su prototipo hace un año, sus compañeros Jim Houk y Adam Pettler lo colocaron en una página web que propicia la creatividad y ayuda a juntar fondos para que cualquier proyecto interesante (documentales, videojuegos, novedades tecnológicas, etcétera) pueda desarrollarse. Ciclistas colaboraron y las luces se comercializarán en 2012.