Se trata del mapa BigBOSS, que después de 500 noches de observación se pretende armar y en él se conformen diez veces el volumen del mejor trazado del universo hasta la fecha.
Con un trabajo programado a realizarse durante 500 noches de observación a través del telescopio Mayall, del Observatorio Nacional de Astronomía Óptica de Arizona se intentará elaborar un detallado mapa del firmamento, además de investigar la historia de la expansión del universo y de la energía oscura; de esta manera los astrónomos a cargo buscarán localizar con precisión 20 millones de galaxias y cuásares al retroceder diez mil millones de años, prácticamente a la infancia del cosmos.
Ismael Pérez Fournón, astrónomo del IAC, apunta: “BigBOSS es, sin duda, el proyecto espectroscópico más ambicioso, sólido y masivo en el horizonte”.
El trabajo se basa en el estudio del espectro de la luz y, en concreto, de su ‘desplazamiento’ o ‘corrimiento’ al rojo, de manera que la medición del desplazamiento al rojo de la luz en el espectro electromagnético de cada galaxia mostrará cuánto se ha expandido el universo desde que la luz abandonó esa galaxia, pero el desplazamiento hacia el rojo de 0.5, por ejemplo, permitiría ver que el universo se ha expandido un 50% desde la emisión de la luz analizada. Comparar cómo varía la distribución de galaxias con el desplazamiento hacia el rojo en diferentes momentos de la historia cósmica permitirá una calibración precisa de las oscilaciones de los bariones, la materia ordinaria, en el universo temprano, y, por ende, el modelo actual del firmamento.
Los astrónomos a cargo indican que este estudio permitirá construir una fuente de información inédita para el estudio de la evolución de las galaxias, incluida la nuestra.

