Aunque lo anunciaron como un hallazgo, en realidad fue el resultado de un estudio de la agencia, que confirmaría otras posibilidades de vida, ajenas a los parámetros conocidos.
Como parte de la edición de diciembre de Muy Interesante México te presentamos aquí que entre los importantes avances que interesan a la astrobiología destacaba el hallazgo de bacterias en una mina de oro de sudáfrica, donde sobreviven éstas sin necesidad de la luz. La astrobiología, valiosa técnica multidisciplinaria, ha permitido dar enormes pasos en el conocimiento científico.
Ahora otra revelación refuerza las teorías planteadas por esta disciplina: hace unos días la NASA convocó a una conferencia de prensa donde anunciaba “un descubrimiento en astrobiología que tendrá consecuencias en la búsqueda de evidencias de vida extraterrestre”. Enseguida una serie de hipótesis comenzaron a especularse, algunas de ellas incluso conjeturaban que se trataba, desde una impactante nota que opacara el escándalo generado por wikileaks, hasta la presentación de un organismo extraterrestre. Ayer, 2 de diciembre, se realizó la reunión pregonada y, ante el asombro de todos, la agencia especial anunció el hallazgo de una nueva forma de vida capaz de sobrevivir en un caldo de arsénico; a partir de ese momento, ese hallazgo ha sido la noticia científica.
Sin embargo, no se trata de un hallazgo en sí, pues éste ya se había dado; desde 2008 se dieron a conocer los resultados de un estudio generado como parte del programa exobiológico de la NASA, mediante el cual un grupo de científicos de varias instituciones estadounidenses descubrieron que algunas bacterias pueden vivir del arsenato como fuente de energía y también fueron capaces además de aislar la bacterias que realizan la tarea y de demostrar que su vida se basa en esta reacción del arsénico en condiciones anóxicas.
Se trata de una bacteria terrestre hallada en el lago Mono, en California, cuyas aguas son comparables en toxicidad a las de Riotinto, el ecosistema de Huelva que suele equipararse con el planeta Marte. Aunque todo esto lleva a una pregunta, ¿cuál es la verdadera importancia de este hallazgo para la ciencia?
El arsénico es una sustancia mortal para los seres vivos, pues para el desarrollo de la vida se consideran seis componente esenciales: fósforo, carbono, oxígeno, hidrógeno, azufre y nitrógeno, que conforman ácidos nucleicos, proteínas y lípidos componentes de la materia viva en nuestro planeta, de manera que encontrar un microorganismo capaz de alimentarse con arsénico planteó el cuestionamiento entre la comunidad científica respecto de si era posible que un organismo hubiese evolucionado utilizando arsénico en lugar de fósforo para su subsistencia.
Felisa Wolfe con un equipo de científicos, todos del Instituto de Astrobiología de la NASA fueron quienes hicieron este hallazgo en agosto de 2008, lo más asombroso para la ciencia es la sobrevivencia de este microorganismo en una sustancia presuntamente mortal para la vida como lo es el arsénico, pues antes de ese momento todos los organismos conocidos muestran similitudes constructivas que los hacen ser llamados ‘hermanos de la evolución’. La bacteria GFAJ-1 anula esta teoría y abre la posibilidad de la existencia de vida con parámetros constructivos por completo diferentes a los conocidos hoy.
Al aislar la bacteria GFAJ-1 fue multiplicada sobre placas de Petri y paulatinamente se le fue sustituyendo la sal de fosfato por arsénico; sorprendentemente poco a poco fueron sustituyendo la sal de fosfato, hasta ahora considerado como esencial para cualquier ser vivo, por porcentajes de arsénico. Finalmente se observó que este microorganismo lograba reemplazar el fosfato en sus propias moléculas, de manera que añadía el arsénico como parte de su ADN .
Ahora una nueva hipótesis surge: si un microorganismo como el GFAJ-1 logra existir, también podría haber vida en otros sitios del Universo hasta este momento considerados hostiles para la vida. ¿Qué opinas?