Sólo soporta 20 recargas, pero suministrar energía a dispositivos microscópicos está más cerca
Hace dos semanas la Universidad de Stanford dio a conocer que sus investigadores habían desarrollado una batería transparente muy flexible que, entre otras aplicaciones en los consumibles electrónicos, sacaría de la ciencia ficción a los teléfonos transparentes y otros gadgets, que ahora lo son de manera parcial.
Por su parte, también la alimentación energética de aparatos microscópicos está más cerca. En la Universidad de Rice, Texas, crearon una batería del mismo diámetro que tiene un cabello (150 nanómetros, 60,000 veces más pequeña que una pila tradicional AAA), sin embargo sólo admite 20 recargas, lo cual es una limitante para la implantación de dispositivos microscópicos en el cuerpo humano, en el caso de la medicina.
Aunque ya son una realidad, aún hacen falta muchas investigaciones para optimizar estos elementos, pero sin duda los científicos cada vez están más cerca.
Imagen de inicio: Jeff Fitlow/Rice University