La FDA ha aprobado una nueva técnica quirúrgica que consiste en reducir la temperatura corporal para después revivir al paciente
Al lidiar con lesiones traumáticas, el tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Una respuesta rápida y eficiente por parte de los médicos es crucial. ¿No sería conveniente poder pausar el tiempo lo suficiente para tratar las heridas? Por increíble que parezca, ahora existe la opción de hacer justo eso. Como si de una película de ciencia ficción se tratara, cirujanos del Hospital Presibiteriano UPMC en Pittsburgh, Estados Unidos, intentarán por primera vez la suspensión animada en humanos.
La técnica, denominada Preservación de Emergencia y Reanimación (ERP, por sus siglas en inglés), consta de reducir la temperatura corporal a 10ºC bombeando solución salina fría a través de la arteria aorta. Al enfriar el cuerpo, se reduce el flujo sanguíneo y el riesgo de morir desangrado, así como otros procesos biológicos. Este estado de hipotermia inducida únicamente se puede sostener durante dos horas, permitiendo el tiempo suficiente para realizar cirugías de emergencia y posiblemente salvar más vidas.
El médico Peter Rhee probó la técnica por primera vez en 2000 con 40 cerdos. Tras herir letalmente a los animales, simulando puñaladas y heridas de bala, redujo su temperatura corporal para poder operarlos y finalmente resuscitarlos. Mientras que todos los cerdos en el grupo de control murieron, el 90% de los que fueron sometidos a este método sobrevivieron. Sanaron normalmente sin presentar daños cognitivos o físicos. Los resultados fueron publicados en 2006.
La FDA ha dado permiso al grupo de cirujanos aplicar ERP a 10 pacientes cuyas heridas sean de otro modo fatales. Los resultados serán comparados con otros 10 pacientes que recibirán un tratamiento convencional. Al finalizar el ensayo clínico, la técnica se analizará y refinará hasta determinar con certeza la eficacia de la suspención animada.

