Las ondas gravitacionales mueven al espacio como si fuera de plastilina. Este descubrimiento por parte del proyecto LIGO lo relata el físico mexicano Gerardo Herrera Corral, investigador asociado en el CERN, en su libro Agujeros negros y ondas gravitacionales. Una mirada profunda al Universo.
Entrevista Muy Interesante México
En su Teoría General de la Relatividad, Albert Einstein planteó la existencia de objetos extremadamente densos capaces de deformar el espacio-tiempo. Pero creyó que sus resultados no tenían sentido y que era imposible que se manifestaran en la naturaleza.
En 2015 los científicos del proyecto LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) (EUA) captaron una señal proveniente del espacio, la cual dio cuenta de lo predicho por Einstein.
Las ondas gravitacionales que este importante físico teorizó un siglo antes por fin fueron descubiertas.

También lee: CIENTÍFICOS GANAN NOBEL DE FÍSICA 2017 AL CONFIRMAR PREDICCIÓN DE EINSTEIN
Esta prueba de la existencia de ondas gravitacionales es uno de los descubrimientos científicos más importantes del siglo. Además confirma que existen objetos capaces de deformar el espacio-tiempo como si fuera de plastilina o como si una piedra generara ondas en un lago.
“Lo que oscila no es agua, no es ningún material, es el espacio y el tiempo. Es como si tu reloj va más rápido y luego más lento y así sucesivamente”, detalla en entrevista Gerardo Herrera Corral, investigador asociado en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).
También lee: PREMIAN A LOS PADRES DEL BOSÓN DE HIGGS Y AL CERN
Este físico es líder del equipo mexicano en el proyecto ALICE, en el Gran Colisionador de Hadrones en Suiza. Este año publicó su más reciente libro “Agujeros negros y ondas gravitacionales. Una mirada profunda al Universo”.
En él detalla cómo fue el camino de investigación para detectar estos fenómenos. Desde cómo Einstein los teorizó, cómo el físico estadounidense Joseph Weber planteó el hacer un aparato capaz de detectarlos, y la creación de LIGO.
La formación de ondas gravitacionales necesita que el espacio-tiempo sea perturbado y esto solamente lo logra el movimiento de enormes masas, como la de los agujeros negros.
“Dos agujeros negros eventualmente se encuentran en el espacio, giran alrededor del otro hasta colapsar, fundirse y formar uno nuevo mayor. Esto perturba al espacio-tiempo en ondas que viajan y llegan hasta nuestro planeta”, explica Herrera Corral.
La idea principal para publicarlo surgió a partir del descubrimiento de las ondas gravitacionales en 2015 (dado a conocer en febrero de 2016), y continuó con la primera fotografía de un agujero negro en abril de este año (la cual usó como portada del libro).
También lee: EL COLAPSO DE DOS ESTRELLAS GENERÓ ONDAS GRAVITACIONALES
“Todo eso me hizo pensar que es necesario comunicarlo. Viene del entusiasmo que provoca ver esas cosas y querer compartirlo con la gente para que también ellos vean que están ocurriendo cosas extraordinarias”, menciona con una sonrisa antes de darle un sorbo a su taza de té.
El camino para dar con las ondas gravitacionales no fue fácil, llevó años de investigación, de colaboración de distintos países, de pruebas y errores para perfeccionar instrumentos.
El aparato con que se detectaron tiene dos espejos en los que el rebote de un rayo láser percibe si éstos se acercan o se alejan. Su sensibilidad se logró mediante algoritmos para descartar otros fenómenos que pudieran confundirse con el cambio de distancia entre espejos proveniente de ondas gravitacionales.
“Tenía que ser extremadamente preciso porque la oscilación entre los espejos es de miles de millones de veces más pequeño que el tamaño de un protón. Es tan sensible que si hay un sismo en China lo pueden percibir en EUA”, detalla.
Este descubrimiento es importante no sólo porque confirmó la Teoría General de la Relatividad, sino también, asegura Herrera Corral, porque “son una promesa de que podemos ver el Universo a una gran profundidad”.
Cuando el Universo se originó hace 13, 800 millones de años ocurrió en un Big Bang. Tras ello sobrevino un fenómeno llamado inflación cósmica, pero los científicos creen que fue un evento tan violento que debió generar ondas gravitacionales.
También lee: ASTRÓNOMOS DESCUBREN SEÑALES DE LAS PRIMERAS ESTRELLAS DEL UNIVERSO
“Ahora ya no es una ilusión, ya sabemos que eventualmente podremos ver las oscilaciones provenientes del origen mismo del Universo”, comenta emocionado Herrera Corral.
Si quieres saber más busca el libro “Agujeros negros y ondas gravitacionales. Una mirada profunda al Universo”, de Gerardo Herrera Corral, editorial Sexto piso.

¿Quién es Gerardo Herrera Corral?
Este físico nacido en Chihuahua es doctor en ciencias por la Universidad de Dortmund (Alemania).
Realizó estancias postdoctorales en Estados Unidos y Brasil, y es profesor titular del Departamento de Física del Centro de investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Ha publicado más de 400 artículos especializados en el área de física de partículas, escrito libros y columnas en diarios y revistas de circulación nacional.
Trabaja en el proyecto ALICE del Gran Colisionador de Hadrones en el CERN desde 1994.
“Lo que más me sorprende en la vida es que cuando inicié mi carrera como físico y aprendía todas estas cosas que me asombraban, nunca pensé que lo llegaría a ver con mis propios ojos. Todo eso ha ocurrido en mi vida y de cierta forma me siento privilegiado de haber vivido en una época que ha avanzado de manera espectacular y que hemos aprendido tanto del Universo en tan pocos años”: Gerardo Herrera Corral.
