Después de acercarse a 680 metros del asteroide Bennu, la sonda espacial OSIRIS-REx rompió el récord de órbita a un asteroide por cualquier tipo de nave espacial.
La maniobra fue resultado del comienzo de la nueva fase de la misión: Orbital B, iniciada el 13 de junio. El récord de órbita anterior, también realizado por esta sonda, era de 1.3 kilómetros.
Además tomó una fotografía que significó la imagen más cercana jamás tomada en la historia espacial.

Fase tras fase
Al llegar a Bennu en diciembre de 2018, investigadores observaron —a través de las cámaras de OSIRIS-REx— partículas expulsadas al espacio desde la superficie del asteroide. Para comprender mejor la causa de esto, las dos primeras semanas de Orbital B se dedicarán a observar estos eventos tomando imágenes frecuentes del horizonte del asteroide.
Durante las cinco semanas restantes, la sonda realizará un mapeo del asteroide completo utilizando la mayoría de sus instrumentos a bordo:
- El altímetro láser OSIRIS-REx (OLA) producirá un mapa de terreno completo.
- La PolyCam formará un mosaico de imágenes globales de alta resolución.
- El espectrómetro de emisión térmica OSIRIS-REx (OTES) y el espectrómetro de imágenes de rayos X REgolith (REXIS) producirán mapas globales en las bandas de infrarrojos y rayos X.

OSIRIS-REx permanecerá en Orbital B hasta la segunda semana de agosto.
Después pasará a Orbital C, para observaciones de partículas adicionales. Durante esta fase, la sonda espacial estará aproximadamente a 1.3 kilómetros sobre la superficie del asteroide.
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Objetivo: muestras de Bennu
Los investigadores utilizarán los datos recopilados en Orbital B para evaluar la seguridad y la capacidad de recolección de muestras. También elegirán cuatro posibles sitios para ser evaluados a fondo este otoño durante la fase de Reconocimiento de la Misión.
Esta fase será con el objetivo de evaluar las posibles zonas que proporcionen las imágenes de primer plano necesarias para realizar el mapeo final. Así, se tendrán los elementos necesarios para la navegación autónoma de la sonda en el asteroide.
Sin embargo, la superficie inesperadamente rocosa de Bennu ha hecho más desafiante esta última fase, de lo que se predijo originalmente. Hasta hoy, no hay sitios que cumplan con los requisitos de seguridad.
En respuesta, los investigadores están evaluando las capacidades de rendimiento tanto de la sonda espacial como de la navegación, lo que probablemente permitirá una orientación más precisa para apuntar a zonas de la superficie lo mayormente planas.
BIG NEWS GUYS. We just broke our own record for the closest a spacecraft has ever orbited a small planetary body 🎉 I'm now hanging out 2231 ft (680 m) above Bennu's surface. https://t.co/uVt56kaez4 pic.twitter.com/H06cT2W5jn
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) June 13, 2019
OSIRIS-REx está en un viaje de siete años para estudiar el asteroide Bennu y regresar con muestras de su superficie a la Tierra. Éstas ayudarán a los científicos a comprender la formación del Sistema Solar hace más de 4 mil 500 millones de años.
La recolección de muestras está programada para el verano de 2020, y la sonda espacial entregará la muestra a la Tierra en septiembre de 2023.
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