El color de las imágenes se modifica a partir de una tinta de cristal líquido sensible a la temperatura
En la Universidad Keio desarrollaron un papel que, al tocarlo, cambia de color de acuerdo a la temperatura.
La tinta de cristal líquido con que está dotado (contenida en cápsulas microscópicas) es capaz de detectar cambios minúsculos en la electricidad causados por el tacto y se traducen en matices cromáticos. Una pasta de plata funciona como electrodo, una capa de carbono ayuda a ‘calentar’ el papel, y otra de cobre sirve como sensor del tacto.
Kohei Tsuji y Akira Wakita son quienes inventaron esta ‘computación en papel policromático’, imágenes que podrán ser generadas mediante algoritmos.
Cuando una persona toca el papel, la lámina de cobre detecta variaciones en la energía eléctrica por el contacto, envía la señal a lo largo del electrodo de pasta de plata y hace que el carbono ‘caliente’ la tinta sensible a la temperatura, alterando su calidad reflexiva.
La idea es llevar la interactividad al papel ordinario. Las pantallas táctiles son complicadas de fabricar, y, por supuesto, rígidas. Pero para los artistas que quieren usar las cualidades únicas del papel y aprovechar la naturaleza táctil de la pintura, esta técnica ofrece una solución sorprendente y simple. También permite una especie de animación al mostrar y ocultar diferentes colores.
En el siguiente video, que muestra al invento como parte de una exposición artística denominada Anabiosis (resurrección), al tocar la mariposa sobre el papel genera la sensación de que resucita.
Con el mismo material los creadores hicieron un atlas estelar interactivo. También al asombroso Blob Motility, un líquido programable. Y diseñan textiles vivos.

