Investigadores rusos descubrieron frutos y semillas en el permafrost siberiano y los hicieron florecer
A partir de tejidos de frutos que se conservaron en el hielo siberiano durante 30,000-32,000 años, investigadores del Instituto de Biofísica Celular de la Academia de Ciencias de Rusia revivieron en laboratorio una planta, la cual produce flores blancas y semillas fértiles.
Los frutos se encontraban en las madrigeras (éstas tenían el tamaño de una pelota de futbol) de una especie de ardilla ártica, en un banco del río Kolyma en el noreste de Siberia. Los sedimentos se conservaban a una profundidad de 38 metros, en temperaturas bajo cero. Los frutos y semillas de Silene stenophylla florecieron durante el Pleistoceno. Al parecer, las plantas se congelaron rápidamente y se conservaron intactas.
De acuerdo con la investigación, que será publicada en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de E.U., David Gilichinsky y sus colegas Svetlana Yashina y Stanislav Gubin desenterraron los frutos del permafrost (una capa de hielo de varios cientos de metros de profundidad y que cubre casi el 20% de la superficie de la Tierra) y, a través del cultivo de tejidos y micropropagación, regeneraron las plantas fértiles, que florecieron un año más tarde en macetas de laboratorio.
Según los autores, los sedimentos del permafrost podrían representar una fuente rica de especies de plantas silvestres y reserva de genes antiguos que se ha creído están extinguidos.

