Se han identificado más de 500 exoplanetas, pero no ha sido comprobada la existencia de vida extraterrestre, de ahí que planteen hacerlo en las estrellas que mueren
Desde hace dos décadas los astrónomos identificaron por primera vez un planeta fuera de nuestro Sistema Solar, a la fecha más de 500 exoplanetas han sido descubiertos, sin embargo no está claro si alguno de ellos podría albergar vida.
Esto, dice el astrónomo Eric Agol en un artículo publicado en Astrophysical Journal Letters, se debe a que estamos buscando en los sitios equivocados.
El investigador de la Universidad de Washington señala que deberíamos dirigir las observaciones también hacia las estrellas que están muriendo. Las enanas blancas son los restos de estrellas como nuestro Sol que se empiezan a enfriar, pero lo suficientemente calientes para ofrecer a cuerpos celestes cercanos una temperatura agradable que posibilite una zona de habitabilidad, al menos desde nuestro punto de vista.
Podríamos empezar, sugiere el astrónomo, con las 20,000 enanas blancas más cercanas a la Tierra, donde pudiéramos encontrar condiciones para la vida, y en algún momento incluso la posibilidad de habitar alguno de estos cuerpos.
El único problema con estos planetas habitables es que ofrecerían un lado diurno permanente y otro oscuro permanente, parecido a nuestra Luna.
Alrededor del 5 por ciento de todas las estrellas son enanas blancas y hay por lo menos 15,000 a 300 años luz de la Tierra. Aunque los planetas cercanos podrían eclipsar totalmente a la enana blanca, es posible localizarlos con telescopios terrestres, como el que se construye en Chile, el Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos, que se espera entre en operación el próximo año.