El Australopithecus sediba hallado en África podría ser el primer antepasado del hombre, el eslabón perdido
Hace más de un año era un homínido desconocido, pero paleontólogos de la universidad sudafricana de Witwatersrand encontraron sus restos fósiles en el fondo de una cueva. En realidad eran los de un hombre de entre 10 y 13 años de edad y una mujer de casi 30. Se les identificó como Australopithecus sediba y, según los primeros estudios, vivieron en África hace unos dos millones de años. Trepaban a los árboles pero también caminaban y corrían sobre dos piernas. Combinaban características de simios y humanos.
Ahora han salido a la luz detalles en su fisonomía que proporcionan datos sorprendentes sobre los orígenes del hombre actual e incluso ponen en duda algunas de las teorías más aceptadas acerca de la evolución humana. Este homínido tenía rasgos primitivos, como un cerebro pequeño (del tamaño de una toronja) aunque más grande que el de los chimpancés; pero también otros similares a los humanos actuales, como una pelvis evolutivamente avanzada (algunas partes son indistinguibles) y manos adaptadas para fabricar herramientas (un aparato flexor fuerte indicativo de que estaban a costumbrados a trepar árboles, pero también un pulgar largo y dedos cortos, signos de que podían agarrar con precisión). Caminaba como cualquiera hoy en la calle. Es el mejor candidato a antepasado de nuestro género, el Homo, quizá el famoso ‘eslabón perdido’.
Más de 80 científicos de todo el mundo han estudiado los restos, que mediante técnicas paleomagnéticas y otros tipos de datación tendrían 1,997 millones de años. Es más antiguo que los fósiles datados en 1.9 millones de años, en su mayoría atribuidos al Homo habilis y Homo rudolfensis, considerados los ancestros humanos más primitivos. El Australopithecus sediba significaría un linaje separado y más antiguo del cual podría haber evolucionado el Homo erectus. Posiblementa ya había comenzado a fabricar herramientas incluso antes que el Homo habilis.