A raíz de la catástrofe en la Central Nuclear de Fukushima, Japón, países americanos cuestionan su papel nuclear.
En el mundo, actualmente están en funcionamiento más de 400 reactores nucleares repartidos en plantas en 30 países. El continente americano es el país que tiene más reactores simplemente en Estados Unidos se tienen 104 y uno más en construcción, mientras seis reactores más están en América Latina: en Argentina, Brasil y México. Ante el temor generado en otros países por la actual situación de la planta nuclear de Fukushima, América Latina plante su postura.
La actual situación japonesa logró despertar debates acerca de la seguridad de la energía nuclear en otros países, en el caso de Canadá, que cuenta con cinco plantas nucleares mediante un comunicado oficial de la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear (CNSC) afirma que los ciudadanos canadienses no deberían preocuparse. “Quisiéramos asegurar a los canadienses que las centrales nucleares situadas en Canadá son unas de las más seguras construcciones en el mundo”. Pues asegura que estas instalaciones cuentan con dobles sistemas de seguridad previstas para el caso de un terremoto.
En el caso de México que cuenta con una planta nuclear (Laguna Verde, situada en la costa del golfo de México) con dos reactores de uranio, se ha sumado a las inquietudes del peligro que representa sobre todo por activistas de el Grupo Antinuclear Madres Veracruzanas que sostienen que esta planta posee “las mismas características” que la de Fukushima, con un similar sistema de enfriamiento a lo que el presidente de la Comisión de Energía de México a afirmado que la planta es totalmente segura y hasta recordó que ha recibido reconocimientos internacionales por su buen manejo. Agregó que Laguna Verde no está localizada en una zona de riesgos sísmicos o de tsunami.
Brasil cuenta con dos centrales nucleares (Angra I y Angra II) y una más en construcción (Angra III). El presidente del senado brasileño y aliado del Gobierno, el ex presidente José Sarney, apuntó que después de lo ocurrido en Japón es necesario “parar un poco para pensar, porque aunque Brasil es un país en donde es baja la posibilidad de terremotos y tsunamis, la naturaleza tiene su propia voluntad”. De acuerdo con Sarney, a pesar de el nivel satisfactorio de seguridad de las plantas nucleares brasileñas, es necesario que los científicos analicen nuevamente las posibles fallas y los puntos vulnerables.
Argentina cuenta con dos centrales nucleares y una en construcción; la primera de ella es Atucha I, construida en 1974 siendo la primer instalación de su género en América Latina. Las tres centrales emplean tecnología muy diferente de las utilizadas por EE. UU. y Japón: funcionan con uranio natural enriquecido. Los expertos locales aseguran que es “impensable” que las centrales argentinas colapsen debido a la posibilidad de terremoto nula o mínima en las zonas donde se ubican y la construcción que es bastante resistente contra este tipo de fenómenos naturales.
En varios otros países del continente americano, que no cuentan con centrales nucleares se tenían noticias de que estaban examinando las posibilidades de utilizar en el futuro este tipo de energía.
Mientras tanto, el gobierno de España, en donde se cuenta con seis centrales nucleares en explotación y ocho reactores operativos, Miguel Sebastián, el ministro de Industria del país, ha informado que se ha encargado que se realice una revisión completa de todas las centrales nucleares del país, así como informes sobre el riesgo sísmico y de inundación.
Este panorama nos hace replantear ¿Cuáles opciones pueden conformar una matriz energética sustentable a el largo plazo?
Este video puede despejar más dudas