Investigadores del IPN desarrollan proceso para obtener hidrógeno, metano y enzimas
Investigadores mexicanos trabajan en el desarrollo de una ‘biorrefinería’ que obtenga de la basura orgánica hidrógeno, metano y enzimas, productos útiles para la industria, todo en un mismo proceso.
El proyecto busca extraer lo máximo de los residuos orgánicos y así disminuirlos. De cada kilo de basura orgánica molida se pueden obtener 13 mililitros de hidrógeno y 341 de metano, en un aparato conocido como ‘digestor’.
Desde hace cuatro años Carlos Escamilla, del Departamento de Biotecnologia del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, encabeza la iniciativa, que busca aprovechar mejor la basura (México produce 102,000 toneladas diarias, de las que 60% es de tipo orgánico) para generar grandes cantidades de electricidad, gas natural y sustratos industriales no tóxicos.
Aunque otros países ya producen hidrógeno y metano de la basura, lo hacen por separado. La propuesta es obtener diferentes productos de la misma materia prima y hacerlo en un solo proceso.