Su sistema es atómico y se utiliza como referente para ajustar relojes en el mundo
No es de péndulo ni tampoco tiene manecillas, pero es el reloj más preciso del mundo. Es de tipo atómico y se encuentra en el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido. Para que se adelante o retrase un segundo tienen que pasar 138 millones de años.
El CsF2 está basado en una fuente de emisión de cesio y su ‘tictac’ es marcado por las ondas electromagnéticas que se necesitan para cambiar una propiedad de los átomos llamada ‘espín’. Es decir, por los pequeños pero regulares cambios en los átomos del metal. Un segundo transcurre cuando se han registrado 9.192.631.770 picos y valles de estas ondas.
En el pasado el tiempo era medido según la rotación de la Tierra, observando las estrellas. En la actualidad se hace a partir de los relojes atómicos; de la oscilación de los átomos. En general este tipo de relojes sólo pierden un segundo cada 30 millones de años.
El tiempo es relativo porque varía en distintos puntos del planeta por razones políticas, geográficas o sociales, sin embargo se calcula un estándar internacional con una red de 350 relojes en todo el mundo; los datos son enviados por satélite y la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, con sede en Sévres, Francia, se encarga de promediarlos. Esto es importante porque permite regular desde la economía hasta la navegación o los sistemas satelitales.
Ante la posibilidad de que algunos de los relojes atómicos pierdan precisión, hay seis de ellos (llamados ‘estándares primarios de frecuencia‘) que se pueden utilizar como referencia para verificar la hora con corrección. Uno es precisamente CsF2; dos más están en Francia, y los otros tres en Estados Unidos, Alemania y Japón. Con cierta frecuencia el Tiempo Atómico Internacional se compara con las mediciones astronómicas, y eventualmente se agrega o se quita un segundo para corregir cualquier discrepancia.
Una nueva generación de medidores del tiempo serán los relojes ópticos, tan precisos que sólo pierden un segundo durante la edad total del Universo (13.75 miles de millones de años).

