Investigadores estudiarán el ADN de la rata topo lampiña para conocer por qué es inmune a esta enfermedad
En la Universidad Queen Mary, Inglaterra, científicos han secuenciado el genoma de la rata topo lampiña, pequeño y raro roedor pero con características extraordinarias: es longevo, insensible al dolor ante ciertas sustancias nocivas, y resistente al cáncer.
¿Qué significa? Será posible conocer qué secretos en su ADN le permiten un envejecimiento retardado (a diferencia de otras especies de roedores, que sólo viven unos cuatro años, el topo lampiño alcanza los 30), y por qué no le afecta el cáncer, una enfermedad común entre las ratas y ratones envejecidos, y también en el ser humano.
Desde hace décadas estas capacidades han llamado la atención de los investigadores, pues ninguno de los ejemplares estudiados ha muerto de cáncer. Además se ha descubierto que no tienen sensación de dolor en su piel arrugada (son insensibles al ácido y ante la capsaicina los receptores activan una región diferente del cerebro a la de otros mamíferos) y su metabolismo les posibilita vivir con poco oxígeno.
Las ratas topo lampiñas son nativas del este de África, sobre todo Etiopía, Kenia y Somalia, bajo cuyos desiertos cavan estrechos túneles con sus enormes dientes; son de color rosa, miden entre 10 y 15 centímetros, su piel es arrugada y son casi ciegas; se alimentan de raíces y tubérculos. Viven en grupos de hasta 300 individuos con una jerarquía encabezada por la reina, que es la única con capacidad de reproducción, al inhibir mediante estrés el ciclo ovulatorio al resto de las hembras.
Los científicos, dirigidos por el doctor Joao Pedro Magalhaes, de la Universidad de Liverpool, empezarán por estudiar cómo funcionan los sistemas de reparación de ADN de las ratas topo para conocer en qué son diferentes a los de los ratones, que tienen una perspectiva de vida mucho más corta.