Olvida los cementerios y crematorios, el mercado mortuorio florece ofreciendo maneras nuevas, originales y personalizadas de despedir a los seres queridos. A continuación, algunas de las sepulturas más creativas y extrañas posibles:
1. Haz de sus cenizas un diamante
Polvo somos y en ¿diamantes nos convertiremos? Empresas como LifeGem, Memorial Diamonds y Heart in Diamond ofrecen la posibilidad de convertir los restos del difunto en bella joyería. Los diamantes son creados extrayendo de las cenizas el carbón, elemento primario del diamante, para posteriormente someterlo a condiciones que recrean las fuerzas naturales.
Estos diamantes son molecularmente iguales a los diamantes naturales y un certificado de calidad es emitido para comprobarlo. El tamaño, el color y los quilates dependen del precio, el cual puede alcanzar los 20 mil dólares.
2. Envíalo al espacio
La compañía Elysium Space lanzará desde Cabo Cañaveral, Estados Unidos, los restos cremados en un satélite, los cuales entrarán en órbita y circunvolarán la Tierra para posteriormente reingresar a la atmósfera como una estrella fugaz.
Por medio de una aplicación para iPhone, los familiares podrán “acompañar” al difunto en su viaje, observando en tiempo real las imágenes del planeta desde la nave. Un video del lanzamiento será entregado a quienes no puedan acudir al evento. El costo es un poco más de 2 mil dólares.
3. Se ecologista y disuélvelo en ácido
La hidrólisis alcalina emite ocho veces menos CO2 que la cremación, con un tercio de energía y sin lanzar toxinas como mercurio y azufre a la atmósfera. Además, elimina cualquier microorganismo que pudiese resultar dañino.
El cuerpo se introduce en una mezcla de agua e hidróxido de potasio calentada a 170ºC. Los restos óseos pueden ser entregados a los familiares en una urna, al igual que en la cremación.
Si bien esta técnica tiene sus ventajes, aun no ha sido legalizada para su uso público. Actualmente, se emplea en el despojo de residuos médicos, cuerpos donados a la ciencia y cadáveres animales.
4. Congélalo para un futuro
Para seguir los pasos del legendario Walt Disney en su búsqueda de la inmortalidad, hay que unirse a una facultad de criónica y pagar una membresía anual.
Durante el proceso, se elimina toda el agua del cuerpo, ya que al congelarse se expande y daña las células. Posteriormente, es remplazada por una mezcla química a base de glicerina que funciona como una anticongelante humano. El cuerpo se guarda dentro de un contenedor individual, con la cabeza hacia abajo para evitar que el cerebro se derrita en caso de fuga, y colocado dentro de un tanque metálico con nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC.
Preservar un cuerpo entero cuesto alrededor de 150 mil dólares, aunque existe la opción de congelar únicamente el cerebro por 50 mil dólares.
5. De gira alrededor del mundo
Dona tu cuerpo al servicio de la ciencia y recorre los museos como parte de la exitosa serie de exhibiciones “Body Worlds“. Gracias a la técnica de plastinación desarrollada por el artista y médico científico alemán Gunther von Hagens, tu cuerpo servirá para expandir el conocimiento popular.
La técnica de preservación sustituye la grasa y el agua del difunto por polímeros, haciendo posible la conservación ya sea del cuerpo entero o de ciertos órganos.
Actualmente, Body Worlds suma más de 13 mil 300 donadores alrededor del mundo, entre personas vivas y fallecidas.

