Geoingenieros comenzarán pruebas para inyectar partículas que enfríen al planeta, como lo hizo el Pinatubo
En junio de 1991 entró en erupción el volcán Pinatubo, localizado en Filipinas, el cual arrojó a la atmósfera 20 millones de toneladas de partículas de sulfato. Al bloquear y reflejar la radiación solar al espacio, nuestro planeta se enfrió 0.5 centígrados durante año y medio. Tomando en cuenta este fenómeno, científicos del Reino Unido intentarán hacer lo mismo de manera artificial, es decir inyectar partículas con su propio ‘volcán’.
Aunque el proyecto, llamado Inyección de Partículas Estratosféricas por Ingeniería Climática (SPICE), ha causado polémica debido a sus posibles efectos en la biodiversidad, es aún a pequeña escala y comenzará este mes con el uso de un globo aerostático, una bomba y una manguera que dispersarán agua a una altura de un kilómetro para probar esta tecnología.
De resultar viable, el mecanismo hidráulico emplearía en una atapa posterior un globo de hidrógeno más grande para arrojar partículas de sulfato (u otra sustancia que funcione mejor para reflejar la luz solar) en la estratósfera, a una altitud de 20 kilómetros.
SPICE, que tiene el asesoramiento científico de la Royal Society de Londres, es un proyecto de geoingeniería, o ‘ingeniería planetaria’, una nueva disciplina (comenzó a ser acuñada en los años 90 en Estados Unidos y ha sido asumida hace menos de 10 años en Europa) centrada en la manipulación del medio ambiente a nivel planetario.
Aunque la investigación en geoingeniería que pueda afectar la biodiversidad está prohibida (el año pasado la Convención de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica emitió una declaración), y ha recibido el rechazo de grupos ambientalistas, los investigadores que llevan a cabo el proyecto han señalado que realizarán pruebas de las posibles consecuencias, como lluvia ácida, adelgazamiento de la capa de ozono o la interrupción del patrón climático, para evitar cualquier daño.

