Investigadores no creen que pudiera albergar vida, pero ese planeta enano podría tener un océano subterráneo
Lanzada en enero de 2006, la misión de la NASA New Horizons llegará a Plutón en abril de 2015. En ese ex planeta (en 2006 fue degradado a ‘planeta enano’ por la Unión Astronómica Internacional, lo que redujo la lista de planetas que giran alrededor del Sol, de nueve a ocho) investigadores de la Universidad de California en Santa Cruz creen en la posibilidad de que exista un océano bajo la superficie helada.
La nave estudiará la temperatura, la composición atmosférica y el viento solar a su alrededor. Las características de su superficie (está compuesta por una fina capa de nitrógeno helado que cubre otra capa de agua también helada) darán pistas sobre lo que hay debajo, y observará si hay géiseres como en Encélado.
New Horizons no registrará toda la superficie de Plutón porque no entrará en órbita, sólo volará por encima, pero comenzará a tomar imágenes tres meses antes de su aproximación más cercana. Podrá capturar 62 metros por píxel cuando la nave esté a 12,500 km, y las imágenes más distantes serán diez veces más detalladas que las capturadas por Hubble. Este telescopio espacial ya ha fotografiado la superficie de Plutón desde la órbita de la Tierra, pero las crestas y los valles (con alturas y profundidades de 80 metros) son indistinguibles. Plutón es tan pequeño y distante que observar su superficie es tan difícil como ver las marcas en una pelota de futbol a más de 60 km de distancia. La sonda sí los podrá distinguir.
A un promedio de cuarenta veces la distancia entre el Sol a la Tierra, Plutón parece un candidato poco probable para albergar un océano, incluso bajo tierra. Pero el calor para derretir el hielo puede provenir de su interior. Según los científicos Guillaume Robuchon y Francis Nimmo, la principal fuente de energía probablemente derive de su interior rocoso, donde los isótopos sufren decaimiento radiactivo y se cree puede haber potasio, necesario para mantener el océano.
Los autores del estudio calculan que, de existir, ese océano estaría a 165 kilómetros de profundidad. No esperan que pueda albergar vida; pero si existe, sugeriría que otros objetos del Cinturón de Kuiper también podrían tener sus mares; no sólo agua líquida, sino también los ingredientes necesarios para la vida de los que Plutón es probable que carezca.
Con las imágenes de la sonda los investigadores podrán determinar si una gran masa de agua líquida permanece oculta. ¿Cómo? Comprobando que no exista. Es decir, como los cuerpos esféricos giran, su momento angular tiende a empujar el material hacia el ecuador, formando un bulto. Si Plutón tuviera un océano, el hielo fluiría, reduciendo esa protuberancia. Por tanto, la aparición de un bulto (quizá de diez kilómetros de altura y fácilmente identificable) significaría la ausencia de mar bajo la corteza congelada.