El FBI ha recabado fotografías personales para desarrollar un software de reconocimiento facial y detectar a criminales e inmigrantes indocumentados, de acuerdo a un informe del Departamento de Rendición de Cuentas de Estados Unidos (GAO).
Un proyecto que va más allá
Desde hace ocho años, el gobierno estadounidense ha desarrollado el proyecto Identificación de Próxima Generación (NGI).
Alimentar de datos a esta inteligencia artificial (IA) significa agregar perfiles de personas que nunca han cometido un delito y, lo que es más importante, nunca han dado su consentimiento para que sus datos sean manejados por agencias federales.
Las imágenes son conseguidas a través de a cámaras de vídeo (seguridad), licencias de conducir y pasaportes.
Aunque el FBI tiene acceso a más de 600 millones de fotografías distintas de los ciudadanos estadounidenses, en el caso de los inmigrantes se viola su privacidad.
Además, aplicaciones como FaceApp, han ayudado al proceso de aprendizaje de la IA, una forma poco ética de manejar datos.

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Contra migrantes
Para acceder a la información del proyecto investigadores de la Universidad de Georgetown realizaron miles de solicitudes de transparencia a la GAO.
Al conseguirla, analizaron los datos de los últimos cinco años que incluyen documentos internos y correos electrónicos. Las conclusiones confirmaron uno de los objetivos de la IA: los migrantes.
Por ello, el software ha interesado a servidores públicos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), por lo que ahora trabajan en conjunto con el FBI para reconocer a inmigrantes documentados y comenzar el proceso de deportación.
Kimberly Del Greco, subdirectora adjunta del FBI, aseguró al Congreso estadounidense:
“La tecnología de reconocimiento facial es fundamental para preservar las libertades de nuestra nación, garantizar que estén protegidas y preservar nuestra seguridad».
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