En una cueva de Sudáfrica científicos hallaron los indicios más antiguos del uso del fuego por parte de los primeros humanos
Científicos identificaron lo que sería la evidencia más antigua conocida del uso del fuego. Trazas microscópicas de ceniza de madera, junto con huesos de animales y herramientas de piedra, fueron encontrados en una capa de hace un millón de años en la cueva Wonderwerk, en Sudáfrica.
El hallazgo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, indica que los ancestros humanos habrían usado el fuego 300,000 años antes de lo que se creía.
Los antropólogos no se habían puesto de acuerdo sobre el momento y la forma en que nuestros parientes prehistóricos se las arreglaron para producir fuego. Los orígenes de esta actividad se habían identificado en África, Asia y Europa, pero se creía que los primeros signos de fuego de la historia estaban en restos de recipientes calcinados encontrados en Israel hace entre 700,000 y 800,000 años.
La cueva Wonderwerk, donde se produjo el hallazgo, tiene un gran tamaño y está situada cerca del borde del desierto de Kalahari, donde el investigador Peter Beaumont ya había realizado excavaciones y descubierto un extenso registro de ocupación humana.
Los investigadores encontraron ahí “cenizas de material vegetal bien preservado y fragmentos de huesos quemados depositados en superficies bien delimitadas y mezcladas con los sedimentos” en la cueva, lo que sugiere que se realizaban pequeñas hogueras cerca de la entrada. Algunos de los fragmentos muestran evidencia de decoloración de la superficie, típica de los fuegos controlados, y no de otro tipo de fuegos naturales o de otros fenómenos similares.
“El análisis lleva el uso del fuego por los humanos a 300,000 años atrás, sugeriendo que antecesores humanos nuestros tan tempranos como el Homo erectus podrían haber utilizado fuego como parte de su vida diaria”, afirma el antropólogo Michael Chazan, de la Universidad de Toronto y co-director del proyecto.
El Homo erectus es el tipo de humano más antiguo que se conoce. Con largas piernas y grandes cerebros, se parecían a los humanos actuales, y se cree que deambularon por la tierra hace 1.8 millones de años, mucho antes que los Neandertales.
“El impacto de la cocción de alimentos está bien documentado, y el impacto del control del fuego habría tocado todos los elementos de la sociedad humana. Socializar en torno a un fuego podría ser un aspecto esencial de lo que nos hace humanos”, comentó Chazan, parte del equipo internacional de investigadores que incluye a expertos de la Universidad de Boston, la Academia de Ciencias y Humanidades de Heidelberg, Alemania, la Universidad Hebrea de Jerusalén, la Universidad de Witwatersrand en Johanesburgo y la Universidad de Toronto, en Canadá.