Nadie piensa en cómo lo que publicamos afecta a las personas que nos rodean.
La demostración frecuente de autofotos través de las redes sociales como Facebook, Instagram, etcétera está vinculado con una disminución de la autoestima y la satisfacción con la vida, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Penn State.
(Ver: Actualizar mucho tu estado en Facebook revela una baja autoestima y narcisismo)
Científicos analizaron el comportamiento llamado “mironeo” que es cuando una persona no participa en la publicación o afición de contenido social, pero es un observador. Esta forma de participación en los medios sociales podría parecer que tiene poco efecto sobre cómo los seres humanos se ven a sí mismos, pero el estudio, publicado en Journal of Telematics and Informatics, reveló exactamente lo contrario.
(Ver: Las personas que se toman selfies por lo general no son tan atractivas como parecen)
Los investigadores Wang y Fan Yang, llevaron a cabo una encuesta en línea para recopilar datos sobre los efectos psicológicos de la publicación y visualización de selfies y groupies. Durante el estudio descubrieron que las personas ven más sus propias fotos que las de los demás, mostrando un menor nivel de autoestima y satisfacción a la vida.
(Ver: Así es como se ve el cerebro adolescente cuando está en redes sociales)
“La gente suele publicar selfies cuando están felices o divertidos, esto hace las personas miren éstas fotos y piensen que su vida no es tan maravillosa como la de ellos.” , explicó Wang.
Los participantes clasificados como aquellos que tienen un fuerte deseo de ser populares fueron aún más sensibles. Sin embargo, en éste caso las selfies y el comportamiento groupie aumentaron el autoestima y la satisfacción con la vida para estos participantes, probablemente porque esta actividad satisface los deseos de los participantes a ser populares y alimentar su ego.
Wang Yang y esperan que su trabajo puede aumentar la conciencia sobre el uso de los medios sociales y el efecto que tiene sobre los espectadores de las redes sociales de las personas.
“Nadie piensa en cómo lo que publicamos afecta a las personas que nos rodean”, aseguró Yang.