“El estilo de vida de una persona con diabetes infantil es el que deberíamos de tener todos”, explica Marisol Olarra, educadora en la enfermedad.
En México, las personas menores de 18 años sufren un rezago significativo en términos de diagnósticos tempranos de diabetes. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición no les considera como parte de la población analizada. Por el contrario, los recursos se enfocan a quienes ya alcanzaron la mayoría de edad y, lo que es más, no se ha actualizado desde hace tres años. La pandemia ha dificultado que estos procesos de sondeo se mantengan al día —más aún en casos de diabetes infantil.
Por esta razón, diversas ideas erróneas circundan a la enfermedad. La más sonada de ellas es que la diabetes infantil es mucho más agresiva que los casos en adultos. De acuerdo con la educadora en diabetes Marisol Olarra, en una entrevista exclusiva para Muy Interesante, asegura que esto es falso: “sólo se trata de enfermedades distintas“, apuntala la experta de BD Ultra-Fine. Esto fue lo que nos compartió.
¿Qué ha pasado a 100 años del descubrimiento de la insulina?

A 100 años del descubrimiento de la insulina, la hormona que regula la cantidad de glucosa en la sangre, el panorama ha cambiado ampliamente para los pacientes que viven con cualquier tipo de diabetes. Tras participar en la Primera Cubre Virtual de Diabetes, Mirasol Olarra segura que en la actualidad existen opciones personalizadas de tratamiento:
“Además de la insulina, hay otras herramientas con las que los pacientes que viven con cualquier tipo diabetes pueden controlar su enfermedad”, explica la experta. “Los medidores continuos de glucosa, jeringas más cortas y ultrafinas, entre otros. […] Ha habido una gran evolución, pero hay mucho todavía por avanzar”.
Olarra asegura que este avance tecnológico ha permitido que incluso el tipo de insulina se adecúe a las necesidades de cada persona, según el tipo de enfermedad con la que viva. A pesar de que esto es cierto, la población permanece desinformada con respecto a cómo detectar oportunamente la enfermedad, los tipos que existen y cómo mantenerla en orden. Los casos de diabetes infantil no son excepción.
Aunado a esto, Marisol Olarra enfatiza que el diagnóstico temprano de la diabetes infantil —así como cualquier tipo de diabetes— es clave para llevar una vida sana. Sin embargo, por la falta de acceso a la información que existe en México, la detección se hace en algunos casos con tres años de retraso. Hay pacientes que, incluso, viven con el padecimiento sin saberlo.
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¿La diabetes infantil es más letal?

Cuando se ve a un niño o joven aplicándose insulina, la reacción inicial es de alarma para las personas que desconocen la diabetes infantil. Podría parecer que están delicados, o que necesitan de cuidados rigurosos para llevar una vida funcional. Sin embargo, como educadora en diabetes, Marisol Olarra explica que esto no necesariamente es así:
“En realidad, son enfermedades diferentes“, enfatiza la educadora en diabetes. “La que se presenta más comúnmente en etapas jóvenes de la vida es la diabetes tipo 1. […] Tiene un componente autoinmunológico, en el que las células del cuerpo atacan a las que producen insulina en el páncreas. Así, pierde la capacidad desde un 95 hasta 100 % de producir esta hormona“.
Es por esta razón que las personas que viven con diabetes infantil tienen que aplicarse forzosamente insulina todos los días. El páncreas no sólo no se da abasto por su cuenta, sino que en algunos casos no produce la hormona en lo absoluto. En contraste, la diabetes tipo 2 se caracteriza por una resistencia a la insulina —y no una falta de producción de la sustancia.
Aunque pueda parecer que se encuentran en un estado más crítico de salud, no es el caso. “Sobre todo los adultos asocian la insulina con la gravedad del padecimiento”, explica Olarra. Sin embargo, los niños y adolescentes que viven con la enfermedad adoptan estas actividades como parte de su estilo de vida, ya que su organismo no la genera en lo absoluto.
Manejo de estrés, alimentación y ejercicio

La educadora explica que las condiciones intrauterinas en las que se desarrolla un feto son determinantes para que éste nazca sano. Si la madre no tuvo una alimentación adecuada durante el embarazo, es más probable que el bebé desarrolle la enfermedad incluso durante los primeros años de vida.
La diabetes tipo 1, explica la experta, no tiene nada que ver con el estilo de vida. Por el contrario, todavía no se le relaciona con el sobrepeso. Lo verdaderamente alarmante, señala Olarra, es que un número creciente de jóvenes y niños tienen diagnósticos de diabetes tipo 2, típicamente desarrollada en personas mayores. Esto sí se debe al incremento de índices de obesidad en la población infantil mexicana.
Sin embargo, los pacientes con diabetes infantil adoptan un estilo de vida sano desde muy jóvenes. Muchos de ellos, según la experta, no recuerdan un régimen diferente, ya que lo integran a sus actividades diarias desde muy jóvenes. “El estilo de vida de una persona con diabetes tipo 1 es que deberíamos de tener todos“, enfatiza la experta. El ejercicio, la alimentación y el manejo del estrés son los tres puntos nodales que se toman en cuenta.
Por ello, tener una diabetes fuera de control augura un aumento de complicaciones crónicas. “Esto provoca un gasto mayor en el sector salud”, explica la experta. Además, implica una menor esperanza de vida para los pacientes no regulados. En el caso de que las personas alcancen edades más avanzadas, la calidad de vida disminuye mucho. “La clave está en tomar en control de la enfermedad”, concluye la experta.
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