Es uno de los alimentos más completos. Descubre por qué te conviene incluirlo en tu dieta todos los días.
¿Sabías que el yogur tiene un alto contenido de calcio, por lo que es buenísimo para tus huesos y tus dientes? Interesante, ¿no crees? Pero espera, todavía no has leído nada: este delicioso alimento también tiene magnesio, fósforo, proteínas, carbohidratos, vitaminas y ácido fólico, necesarios para que tu cuerpo funcione a la perfección. Además, tiene bacterias vivas que cuidan la salud de tu sistema digestivo. ¡Sí, así es! Antes de que digas “¡guácala!”, mejor sigue leyendo?
Aunque parezca increíble, el yogur se hace fermentando la leche con unas bacterias llamadas Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Estos microorganismos de nombre raro son los encargados de coagular la leche, dándole esa consistencia y rico sabor.
Cada gramo de yogur tiene millones de bacterias vivas. Imagínate cuántas te has comido a lo largo de tu vida? ¡Miles y miles de millones! Pero calma, no te alarmes, estas bacterias pertenecen al selecto grupo de los probióticos.
Probio… ¿qué? Los probióticos son microorganismos vivos que aumentan la población de bacterias buenas en el aparato digestivo (flora intestina), previenen y combaten las infecciones, entre otros enormes beneficios.