Tres estudios encontraron que los tumores vuelven a crecer debido a células madre del cáncer
En la actualidad, los investigadores que se dedican al estudio del cáncer pueden ahora secuenciar los genomas de las células, escanearlas para identificar una fuerte actividad genética, para identificar su contenido de proteínas indicadoras y estudiar su crecimiento en recipientes de laboratorio.
Lo que no habían podido hacer los especialistas era rastrear células errantes, causantes de lo que es más importante para un paciente de cáncer: la formación de tumores.
Pero ahora, tres diferentes grupos de investigadores que estudian los tumores cancerígenos en ratones, lo han logrado. Sus resultados apoyan la idea de que una pequeña subserie de células hacen crecer un tumor, y que para curar el cáncer se requeriría eliminar dichas células.
Según Luis Parada, de la Universidad del Centro Médico del Suroeste de Texas y lider del estudio, es muy temprano para saber si estos resultados, obtenidos de tumores cerebrales, de intestino y de la piel de ratones, se pueden aplicar a otros tipos de cáncer.
Pero de poder aplicarse, “habrá un cambio de paradigma en la forma que la eficacia de la quimioterapia es evaluada y en el cómo las terapias son desarrolladas” dijo Parada a Nature.
Así, en lugar de probar si la terapia encoge un tumor, los investigadores sabrían si la terapia mata las células correctas.
Siempre hubo la hipótesis controversial de que muchos tumores de cáncer son alimentados por células madres cancerosas que producen otros tipos de células cancerígenas, de la misma manera que las células madre producen el tejido del organismo.
“Puedes saber lo que la célula haría, pero no lo que en realidad hace”, dice el coautor del estudio Cédric Blanpain, de la Universidad Autónoma de Bruselas.
Los tres equipos del estudio usaron técnicas genéticas para rastrear las células: en el principal, Parada y sus colegas empezaron al probar si una marca genética que conlleva a células madre adultas sanas, podría también conllevar a células madres cancerosas en la glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral.
Encontraron que todos los tumores contienen por lo menos algunas marcas celulares, presumiblemente células madre. Pero también los tumores tenían células no marcadas (que no son indicadoras de cáncer), que mueren normalmente con la quimioterapia, por lo que los tumores volvieron a crecer, ya que la quimioterapia no mataba las células marcadas (presumiblemente células madre cancerígenas).
Observaciones posteriores mostraron que las células no marcadas se originaron de sus predecesores con marca (células madre cancerosas). Cuando la quimioterapia fue manipulada con un truco genético para suprimir las células marcadas, los tumores se encogieron en “vestigios residuales” que no se remitieron al glioblastoma.
Los resultados proveen evidencia experimental clara de que las células madre cancerigenas existen.
Fuente: Nature

