La pandemia de COVID-19 trajo consigo otra enfermedad: la desinformación. Lo que inició hace un año como un resfriado raro ha cambiado los hábitos de la población mundial. Entre esos hábitos está el del consumo de la información. Según qué leemos, vemos y escuchamos, son las actitudes que adquirimos. Así, para protegernos de esta enfermedad, vale más tener los datos precisos: qué hacer para cuidarnos.
La población mundial, en los últimos meses, ha aprendido una nueva forma de vida: la cultura del autocuidado. Pero cada quien la entiende a su manera. Aquí algunos consejos para mantener la guardia en alto entre tu familia y tú.
¿Cómo identificar si se trata de COVID-19?
Lo primero es estar alerta respecto a los verdaderos síntomas del COVID-19:
Tos/estornudos
Temperatura mayor a 37.5 °C
Dolor de cabeza
Dificultad para respirar
Dolor de garganta
Escurrimiento nasal
Ojos rojos
Dolor muscular o articular
Es verdad que puede haber más síntomas, pero éstos son los más comunes. Debemos tener especial cuidado con los grupos de mayor riesgo: los adultos mayores de 60 años, personas que viven con hipertensión, diabetes, cáncer o VIH, mujeres embarazadas y personas menores de cinco años.
¿Qué podemos hacer en el día a día para disminuir el riesgo de contagio?
-Usar cubrebocas en lugares públicos.
-Mantener una sana distancia de 1.5 metros.
-Lavar las manos frecuentemente o usar gel antibacterial al 70 por ciento de alcohol.
-Si tu familiar o tú tienen síntomas, quédense en casa.
-Si padeces diabetes, hipertensión, obesidad, acude a algunos de los triages (módulos de atención médica) de los hospitales de la Secretaría de Salud para recibir atención temprana.
-Reforzar tu sistema inmunológico: tomar suficiente agua, hacer ejercicio, descansar y comer de manera equilibrada.
-Si tienes la sospecha de haberte expuesto al virus, lo mejor es ponerte en cuarentena (14 días de aislamiento) para prevenir más contagios.
¿Qué debemos evitar?
- Saludar de mano, beso o abrazo.
-Evita escupir.
-Evita tocarte la cara con las manos sucias.
-Si presentas síntomas no te automediques… acude al médico.
¿Qué tipo de cubrebocas usar?
Según estudios de investigación los cubrebocas más eficientes son los N95, porque evitan el tránsito de nanopartículas hasta en un 95 por ciento. Sin embargo, hay muchos otros tipos de mascarillas que son útiles para el día a día. Incluso, si no tienes acceso a un N95, puedes utilizar un paliacate doblado. Obviamente no es tan efectivo, pero es mucho mejor a andar con el rostro desnudo.
Aquí algunos tipos de mascarillas que puedes encontrar en farmacias. La N95 es una de las del tipo quirúrgicas.
- Mascarillas tipo EPI: las encuentras como FFP1, FFP2 y FFP3, según qué tanto filtran las partículas del aire, que va desde el 78% hasta el 98%.
- Mascarillas quirúrgicas: según su filtración son del tipo I (95%) y del tipo II (98%).
- Mascarillas higiénicas: son las más comunes. Generalmente son desechables de un solo uso.
Si te proteges…también proteges a los demás…de ser posible…quédate en casa.