Un equipo de neurocientíficos liderado por Fabio Benfenati desarrolló una retina artificial
Un equipo de neurocientíficos liderado por Fabio Benfenati desarrolló un polímero en base a una película orgánica de politiofeno (P3HT) que servirá para fabricar retinas artificiales. Este hallazgo será especialmente útil para tratar a personas con retinitis pigmentosa y otras formas de degeneración macular.
En la retinitis pigmentosa, las células fotorreceptoras (conocidas como conos y bastones) alojadas en la retina dejan de funcionar y mueren, provocando ceguera. Ahora, los científicos han descubierto un nuevo material que puede convertir la luz en estímulos eléctricos, sustituyendo a estas células.
El P3HT es un polímero que, al implantarse en retinas dañadas, responde a la luz acumulando cargas negativas. Estas cargas provocarán el disparo eléctrico de las neuronas retinales y enviarán la señal eléctrica al cerebro, proveyéndolo de visión.
Sin embargo, si bien el polímero sí demostró responder a la luz, no es tan sensible como los conos y bastones humanos. En la noche, el polímero casi no reaccionaba ante estímulos.
Así que, si bien no es una solución óptima, el hallazgo sí representa un importante avance. El polímero tiene las ventajas de una fácil adaptación a la forma del ojo y una gran flexibilidad, así como una nula necesidad de colocar implantes electrónicos para su correcto funcionamiento.

