Vista, olfato, gusto, oído y tacto. De manera tradicional hemos aprendido que estos son los cinco sentidos que usamos para percibir el mundo. ¿Pero acaso hay una posibilidad de que tengamos más de los que creemos? ¿Es verdad que los seres humanos tenemos más de 5 sentidos? ¿Cuántos sentidos tenemos en nuestro organismo y cómo funcionan?
Algunos especialistas han llegado a mencionar hasta 27 sentidos adicionales a los cinco que todos conocemos. Para entender este conglomerado de sensaciones, debemos saber que existe una clasificación al respecto.
Sentidos exteroceptores

Son los que captan las situaciones, sensaciones, partículas y objetos ajenos a nuestro propio cuerpo, es decir, en el exterior del mismo. Aquí se contemplan la vista, el olfato, gusto, oído y tacto.
Sentidos interoceptores

Son los que se hallan dentro del organismo en los aparatos respiratorio, digestivo, y en general, dentro de las vísceras. Gracias a ellos se experimentan sensaciones básicas y diversas como hambre, sed, bienestar, ritmo cardiaco, miedo, excitación sexual, etc.
Nos permiten conocer lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo tanto a nivel físico como emocional. Algunos sentidos que forman parte de los sentidos interoceptores son
Termoalgesia: Nos permite sentir la temperatura corporal y detectar cuando tenemos fiebre.
Bariestesia: Ayuda a percibir el peso y la presión de los objetos en nuestro cuerpo: ropa, accesorios, etc.
Nocicepción: Nos ayuda a percibir el dolor a partir de la piel, las articulaciones y los órganos corporales.
Sistema vestibular o del movimiento

También se le llama equilibriocepción. Se localiza en el oído interno y nos permite mantener un equilibrio en el cuerpo, así como un tono muscular adecuado para sostener el cuerpo al realizar movimientos. Este sentido también se relaciona con los estados de alerta y activación para mantener la concentración y tener una adecuada orientación espacial y temporal.
Sistema propioceptivo

Es el encargado de mantener la coordinación motora y el control de la fuerza muscular para realizar nuestras actividades diarias. Junto con el sistema vestibular, nos ayuda a que el cuerpo esté preparado para aprender y ejercer actividades como caminar, escribir, etc.
Podemos decir también que el sistema propioceptivo nos permite ser conscientes de nuestro cuerpo; es decir, nos ofrece un conocimiento inconsciente sobre cada parte del cuerpo, sin necesidad de verla o sentirla.
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