Fármacos muestran avances en laboratorio pero faltan investigaciones para su aplicación en humanos
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) informaron haber creado un medicamento antiviral capaz de combatir a una gran variedad de virus, incluido el de la gripe y el resfriado común.
El fármaco, llamado Draco y cuyo estudio fue publicado en Plos One, ha logrado combatir a 15 virus probados en laboratorio, entre ellos el del resfriado común, el de gripe porcina H1N1, un virus de polio, el de dengue y el letal virus de ébola.
El doctor Todd Rider y su equipo utilizaron una estrategia inusual: la unión de dos proteínas naturales, una que detecta la entrada del virus y otra que actúa como un apagador suicida que mata a la célula infectada.
Los avances en biotecnología, en especial la capacidad para analizar enormes cantidades de datos de ADN y la formación genética de virus, ha permitido dar pasos enormes en el entendimiento científico de cómo funcionan estos microorganismos, y esto ha acercado a los científicos al objetivo de desarrollar un antiviral universal.
Draco parece tener un alcance más amplio que otros, pero faltan muchas más investigaciones antes de que pueda ser probado en humanos, y después revisado. En una infección los virus y las células humanas están estrechamente vinculados y por tanto hay muchos efectos secundarios posibles con un fármaco como éste. Al contener proteínas, tiene el potencial de provocar una respuesta del sistema inmunitario, y ello puede ser problemático sobre todo cuando el fármaco es suministrado por segunda vez, aunque el doctor Ride señala que no se ha observado una respuesta de este tipo en los ratones estudiados.
El año pasado investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, dirigidos por el doctor Leo James, mostraron que las células tienen un sistema interno que puede combatir y matar al virus (se pensaba que una vez que un virus entraba a una célula, la infección era inevitable), por lo que ahora trabajan en la creación de fármacos antivirales que puedan adherirse al virus y destruirlo dentro de la célula. Por su parte, en la Escuela Médica Monte Sinaí, en Nueva York, el profesor Peter Palese desarrolló un antiviral que, aunque ha demostrado ser muy exitoso en el combate del virus de influenza, no lo es contra otros virus.
El ser humano sufre un resfriado hasta cuatro veces al año, por lo que un antiviral sería la respuesta contra el malestar que causa la enfermedad, y las empresas ahorrarían millones en horas perdidas de trabajo. Para los servicios de salud, un antiviral universal reduciría la amenaza de una pandemia y mitigaría los temores causados por virus como el de gripe aviar en 1997 o el de gripe porcina en 2009.
La gripe y los resfriados son dos problemas de salud muy diferentes, es especial con respecto a los agentes desencadenantes. En cuanto a sus síntomas, se suelen confundir, pero por lo general los resfriados comienzan con una secreción nasal y obstrucción nasal. La garganta se puede irritar y la tos pueden aparecer. Con frecuencia el paciente experimenta dolor en el cuerpo o malestar que se caracteriza por fatiga o debilidad. En el caso de la gripe los síntomas son mucho más intensos: dolor de cuerpo, malestar general, congestión nasal y dolor de garganta, fiebre en aumento. Un resfriado dura de 4 a 7 días, mientras que los síntomas de la gripe pueden permanecer hasta dos semanas.
Los tratamientos contra el restriado
Dolor de garganta, estornudos, fiebre, escurrimiento y congestión nasal… Los descongestionantes, bebidas dulces y calientes con sabor a limón para la tos, descansar, beber mucho líquido o tomar dosis moderadas de analgésicos son los métodos modernos con los que se enfrentan los síntomas, pero la humanidad tiene una larga tradición de búsqueda de maneras de aliviar esta condición tan común.
El catarro o resfriado ha estado presente desde que los seres humanos se congregaron en comunidades, por lo menos desde la Edad de Hierro. Durante tres mil años, los chinos han tratado la nariz congestionada con ma huang, una planta preparada como té que contiene pseudoefedrina, empleada usualmente como descongestionante en fármacos sin receta médica para el catarro. Desde la antigua Grecia hasta la Europa medieval, la sangría, las sanguijuelas y tratamientos más efectivos como la sopa de pollo han sido usados para suavizar la recuperación.
Los primeros pensadores creían que los síntomas del catarro eran causados por la penetración de las temperaturas bajas en el cuerpo, por lo que se trataban con líquidos calientes. El médico griego Hipócrates, pionero de la práctica de la observación clínica, creía que el catarro era causado por una acumulación de desperdicios en el cerebro.
La sopa de pollo fue considerada como tratamiento en el año 60, por Pedacius Dioscorides, un cirujano romano bajo el emperador Nerón. En el siglo XII, el físico Moses Maimónides la describió como ‘un alimento y una medicina excelente’. No estaba tan lejos de la verdad, porque estudios modernos han demostrado que el pollo contiene el aminoácido cisteína, con propiedades descongestionantes.
Pero no todos los antiguos tratamientos para el resfriado tenían algo de ciencia. Las viejas ideas europeas lo relacionaban con la acumulación de líquido en el cuerpo que se expele por la nariz. de ahí que el sangramiento y los vomitivos eran populares para deshacerse del exceso de líquido.
Algunos tratamientos medievales sí tenían sin querer cierta efectividad. En la Edad Media, algunos cristianos pensaban que el alma podía dejar al cuerpo durante el estornudo, así que a quienes sufrían de catarro se les exhortaba a cubrirse la boca, costumbre que habría prevenido la diseminación de los virus.
Con la modernidad, el origen se enfocó más hacia causas externas, como el que la gente se resfriaba si se mojaba, se exponía a la lluvia, a un ventarrón o al frío, por lo que se recomendaba a los enfermos no bañarse pues ello “suavizaría la piel y debilitaría el cuerpo”. No existía la idea de contagio.
¿Por qué es tan difícil su cura?
Aunque el entendimiento de los virus que causan el resfriado es mucho mayor, una cura permanente sigue siendo escurridiza. Hay varios factores: el catarro no es una sola enfermedad, sino que la causan hasta 200 virus diferentes; para cuando los síntomas, causados por la reacción del sistema inmunitario a estos virus, se presentan, ya es demasiado tarde para un antivirus; cualquier nuevo medicamento tendría que ser extremadamente seguro porque sería muy popular; no valdría la pena tomarlo, a menos que no hubiera efectos secundarios o fueran mínimos; si el uso de la medicina se generalizara, los virus del catarro desarrollarían resistencia, del mismo modo que las bacterias superan a los antibióticos.
Otros datos relacionados:
Contra la influenza, la vacuna es la única protección médica comprobada, pero no tiene ningún efecto en la gripe común. En 2007, un estudio de 20 años mostró que la gente que tomó vitamina C todos los días no fue menos propensa a la gripe que quienes no lo hicieron. La vitamina C tampoco tuvo ningún efecto en la duración del resfriado. Tomar líquidos calientes alivia los conductos nasales. En el caldo de pollo, la proteína de la carne y los antioxidanes de los vegetales ayudan al cuerpo a producir anticuerpos que matan a los virus. Un amplio estudio sobre la planta echinacea mostró que la gente que tomó el suplemento con regularidad fue 65% menos propensa a resfriarse, pero otros ensayos desacreditaron a la hierba, señalando incluso que aumenta la producción de moco y empeora los síntomas. En 2005, una investigación en E.U. mostró que hacer gárgaras con agua y sal tres veces al día reducía la infección del tracto respiratorio superior en un 40%, pero una vez que la persona se enfermaba, acentuaba los síntomas.

