Contrario a la creencia de que se trata de algo psicológico, nueva evidencia ha mostrado que el síndrome tiene su origen en el sistema inmunitario
Tras décadas de búsqueda, investigadores finalmente han descubierto cambios inmunológicos distintivos que ocurren durante el síndrome de fatiga crónica, mostrando por primera vez que se trata de algo más que cansancio a una condición psicológica.
La investigación, de la Universidad de Columbia, es la primer evidencia que muestra que la enfermedad es un trastorno biológico que cuenta con distintas etapas, esto quiere decir que también se podrá realizar un diagnóstico temprano.
Para el estudio, los científicos analizaron el plasma sanguíneo de 298 pacientes con fatiga crónica, y los compararon con el de 48 participantes sanos. Tras ajustar los niveles de estrés y las influencias del sistema inmunitario, tales como la edad y el sexo, el equipo descubrió patrones específicos en 51 biomarcadores inmunológicos que están relacionados con la enfermedad.
También descubrieron que existen patrones únicos en pacientes que han tenido la condición durante tres años o menos, lo cual brinda nuevas ideas acerca de la causa de la enfermedad. Estos pacientes tempranos tiene grandes cantidades de moléculas inmunitaria llamadas citocinas, en particular las citocinas llamadas interferón gammas, las cuáles surgen tras una muchas infecciones virales.
Los resultados apoyan la hipótesis que afirma que la fatiga crónica es el resultado de una infección que interrumpe la habilidad del sistema inmunológico para poder controlar su balance.
El reporte, publicado en el diario Science Advances, busca acelerar el proceso para establecer una diagnosis, así como descubrir nuevas estrategias de tratamiento que se enfoquen en estos biomarcadores.
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