El pasado fin de semana, la ciudad de Wuhan celebró un festival masivo de música tecno con la asistencia de decenas de miles de personas a un parque acuático.
El Playa Maya Water Park se convirtió en el epicentro del mayor evento masivo registrado desde finales de 2019 en Wuhan, donde comenzó la pandemia que tiene en jaque al resto del mundo y al día acumula 21.7 millones de casos confirmados y 777 mil víctimas mortales.
El Playa Maya Water Park reabrió sus puertas al público el 30 de junio y desde entonces, las autoridades locales aseguran que como muchos otros establecimientos y parques, opera al 50 % de su capacidad.
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No obstante, las fotografías del festival en Wuhan celebrado el 15 y 16 de agosto muestran a miles de personas compartiendo albercas frente a los escenarios donde se llevó a cabo el evento masivo, todo sin medidas de distanciamiento social ni cubrebocas.
El festival tecno del fin de semana forma parte de un conjunto de medidas establecidas en la provincia de Hubei con la intención de reactivar la economía, como el acceso gratuito a más de 400 puntos turísticos en la ciudad de más de 11 millones de habitantes.

El largo camino a la ‘nueva normalidad’ en Wuhan
El regreso escalonado a las actividades en China comenzó el 8 de abril, fecha en que se levantaron las restricciones impuestas para los 11 millones de habitantes de Wuhan, la ciudad donde surgió el coronavirus.
Desde el 23 de enero, cuando las autoridades sanitarias iniciaron las restricciones de movilidad que dieron forma a la cuarentena en todo el país cinco días después, Wuhan pasó dos meses en confinamiento total sin buenas noticias.

El 18 de marzo (55 días después) la provincia de Hubei anunció el primer día con cero nuevos casos de coronavirus, pero el confinamiento aún estaba lejos de terminar. Pasaron otras tres semanas (21 días) para que Wuhan comenzara su proceso de vuelta a la ‘normalidad’.
En suma, la ciudad donde surgieron los primeros casos de COVID–19 se mantuvo en aislamiento total 76 días, del 23 de enero al 8 de abril. La férrea estrategia sanitaria, ampliamente criticada por el cerco para restringir la movilidad de los ciudadanos respaldado por fuerzas armadas, se apuntó otro logro el 28 de abril, cuando la provincia donde se ubica Wuhan anunció que el último hospitalizado por coronavirus había sido dado de alta para recuperarse en casa.
A mediados de mayo cuando la situación en Wuhan parecía completamente controlada, la aparición de casos aislados llevó al gobierno a tomar medidas drásticas: durante dos semanas, un programa de identificación masiva de casos positivos realizó casi 10 millones de pruebas que identificaron a 300 personas positivas a COVID–19, todas asintomáticas.
Aunque la ciudad asegura que la enfermedad está contenida, el riesgo de rebrotes tras eventos masivos como el festival en Wuhan es una realidad a la que se han enfrentado incluso los países que mejor han lidiado con la pandemia. Tal es el caso de Nueva Zelanda, que inmediatamente después de alcanzar 102 días sin casos comunitarios, volvió al confinamiento parcial tras la aparición de un nuevo brote.
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