En la Universidad de Buffalo un equipo de investigadores experimentan con nanomembranas capaces de filtrar agua para liberarla de gérmenes.
Uno de los problemas de salud pública de mayor importancia es la disponibilidad de agua potable -valga recordar la reciente epidemia de cólera en Haití, que ha cobrado miles de víctimas-, para cuya solución no se ha encontrado una respuesta efectiva, sobre todo en los países del llamado tercer mundo; sin embargo, desde distintos ámbitos se busca lograr esto y una muestra es el trabajo que se realiza en la Universidad de Buffalo encaminado a potabilizar el agua con un simple filtro.
Aunque las moléculas de agua y las bacterias contenidas en el líquido son invisibles a simple vista, al ser tan pequeñas que se miden en nanómetros, a escala microscópica las dos difieren enormidades, pues una molécula de agua es menor que un nanómetro de ancho, en tanto que los gérmenes más pequeños miden por lo menos un par de cientos de nanómetros.
Pues bien, un equipo de investigación de la citada universidad, encabezado por los químicos Javid Rzayev y Justin Bolton ha trabajado con un tipo especial de polímero denominado copolímero en bloque, del cual ha sintetizado una nanomembrana cuyos poros miden 55 nanómetros de diámetro; es decir, tienen el tamaño suficiente para que el agua se deslice con facilidad, pero son demasiado pequeños para que no puedan pasar las bacterias.
El tamaño de los poros es el más grande logrado hasta la fecha con el uso de copolímeros de bloque, que poseen propiedades especiales las cuales garantizan que los poros estarán uniformemente espaciados, dijo Javid Rzayev, de este modo se garantiza un adecuado filtrado y esto permitiría en el futuro cercano disponer de agua limpia a bajo costo; por cierto, también se investiga en este campo a fin de poder desalinizar el agua, un proceso bastante caro hasta el momento.